Capítulo 1

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Hace mucho tiempo, los dioses habían decidido exterminar a la humanidad, sin embargo, una valkiria propuso una especie de prueba para decidir el destino de la humanidad, esa prueba, era el Ragnarok. Un torneo de combates a muerte entre trece dioses y trece humanos, decididos a matarse con sus sadicas manos, torneo en el cual los humanos salieron vencedores, hubo bajas por parte de ambos bandos, entre ellas la que más afectó a los Dioses fue la muerte del rey del inframundo y hermano mayor de Zeus, Hades.

Todos los Dioses lamentaron su pérdida, pero sin duda los que la pasaban peor eran Zeus, hermano menor de Hades, y Perséfone, esposa de Hades. Ambos lloraban la muerte del rey del inframundo, al igual que muchos otros Dioses, entre esas pérdidas importantes estuvo el padre de todo, Odin, el cual murió a manos de Nostradamus, pero lo que ningún Dios sabía a excepción de algunos Dioses del panteón griego, es que el rey del inframundo Hades, había tenido un hijo con su esposa Perséfone.

Todo esto mucho antes de que empezará el Ragnarok, nadie sabía del príncipe del inframundo, los únicos que sabían de la existencia del hijo de Hades, eran sus hermanos, Zeus, Poseídon, Adamas y el Dios Hermes, quien siempre cuidaba del hijo de Hades.

El nombre del hijo de Hades era Izuku, un niño con el cabello blanco al igual que su padre y madre, Izuku era la viva imagen de su padre, y al enterarse de que su padre había muerto a manos de un humano, lo dejó destrozado, pero no solo su padre, si no que también su tío Poseidon también había muerto. Izuku permaneció por un tiempo en su cuarto en el palacio del Hellhaim, llorando por las muertes de su padre y tío.

Algo que solo sus tíos, madre y padre presenciaron, es que Izuku era el único con el que Poseidon no se comportaba como siempre, arrogante y frío, Poseídon lo trataba como un igual, a diferencia de los demas Dioses.

Una noche en el palacio del inframundo, un Izuku de 6 años estaba bajando las escaleras, solo para encontrar a su madre sollozando enfrente de una chimenea, Izuku intentó volver a su cuarto, pero Perséfone había notado su presencia.

Perséfone: Izuku - dijo para limpiarse rápidamente las lágrimas - deberías estar dormido - dijo viendo al pequeño peliblanco, el cual tenía un peluche de cerbero que su padre le había regalado.

Perséfone: Izuku - dijo para limpiarse rápidamente las lágrimas - deberías estar dormido - dijo viendo al pequeño peliblanco, el cual tenía un peluche de cerbero que su padre le había regalado

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Izuku: es que tenía sed - dijo mientras abrazaba su peluche de cerbero.

Perséfone solo suspiro con calma para luego ver a Izuku con una sonrisa maternal.

Perséfone: bueno, ven aquí - dijo haciendole señas a Izuku para que fuera con ella.

Izuku dejo su peluche de cerbero en la escalera y fue hacia su madre, la cual lo cargo y lo puso sobre una de sus piernas, y ambos se quedaron viendo el fuego de la chimenea, hasta que Izuku decidió preguntarle algo a su madre.

Izuku: mamá - dijo para que Perséfone lo viera - me vas a conseguir un nuevo papá? - dijo con tristeza, pues el no quería otro padre, el quería al suyo, a Hades.

Una reina para un reyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora