Capítulo XXIV

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Estaba amaneciendo en la isla y en una montaña se encontraban los hermanos entrenando él le enseñaba a ella todo lo que sabia aunque al principio le costaba un poco de trabajo,con el paso de los dias ella iba mejorando se la pasaban todas las mañanas corriendo alrededor de la isla y combatiendo y poniendo trampas para pasarlas y curando sus propias heridas hasta que la hermana se encontraba preparada corría por toda la isla con los ojos vendados ya conocía el terreno esquivaba las trampas con gran astucia y se defendia mejor que nunca el hermano la observaba de lejos y se sintió orgulloso y así estuvieron dos años,habian cambiado bastante desde que llegaron a la isla pero ya sentian que era tiempo de irse el anciano que estaba con ellos ahí se encontraba enfermo y por mucho que ellos lo cuidaron su tiempo había llegado lo enterraron se miraron y dijeron es tiempo de volver a casa a resolver nuestros problemas .Comenzaron a hacer señales de socorro por toda la isla y asi estuvieron dias hasta que un barco pesquero se percató de que habia gente en la isla y se los llevo .Llegaron a la ciudad y el hermano respira profundo y dice :- por fin en casa
-si ya llegamos es hora de arreglar las cosas.

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