1

13 0 0
                                    

La música retumbaba en los oídos de taehyung obligándolo a taparse estos usando sus dos brazos con fuerza al no tolerar el dolor de cabeza que cada vez incrementaba. Volteó a sus alrededores viendo a los demás pueblerinos. Algunos drogados hasta la médula, otros vomitando de lo ebrios que estaban, otros bailando en el centro del establecimiento, otros haciendo cosas obscenas enfrente de todos mas no importándoles en lo más mínimo. Tenía suerte de estar sobrio. Su padre le había prohibido ponerse ebrio fuera del palacio por precaución y aunque eso le jodía demasiado no había nada que pudiera hacer. Era de noche pero aún no era de madrugada. Taehyung calculaba que eran alrededor de las 11:30 de la noche.

Su mirada se dirigió a su prima Daeun, a quien habían drogado y parecía que ya no podía mantener el equilibrio. Sonrió con burla y se dirigió a la barra donde se encontraba la atractiva doncella que había visto y que había captado toda su atención. Se desabrocho los primeros botones de su camisa color café y acomodó su castaño cabello. Se acercó sentándose a su lado con delicadeza pero la chica no le prestó atención.

Le sonrió con sensualidad a la muchacha y luego mordió su labio, ella lo miro y el sonrió victorioso. Llevo la jarra que la chica tenía entre sus manos a sus labios para después tomar un sorbo de la bebida con alcohol disfrutando del sabor entre amargo y ácido y de la mirada pesada en sus labios. Un trago no le haría daño.

La chica solo rió tomando de nuevo la jarra y bebió de una todo su contenido de cerveza de mantequilla para al terminar lamerse los labios.

—Taehyung—se presentó con voz grave y tratando de que sonara lo más masculina posible. Ese truco siempre hacía caer a todas. Ella no sería la excepción.

—Hyomin—dijo la chica sin interés. Taehyung estaba confundido pero no por eso se iba a echar para atrás. Ella sería suya.

—Bonito nombre—.dijo levantándose de la silla con delicadeza y acercándose más a Hyomin, en un movimiento ágil y delicado pasó su brazo derecho por detrás de la cintura de la chica y una mano en su cuello. La chica lo miro asqueada.

El la miro y se acercó a sus labios. Ella lo detuvo con dos de sus dedos, la miro sorprendido. —Suéltame— dijo con voz suave. La ignoro acercándose a su oído y con la voz más grave y masculina que pudo hacer habló.

—No sabes cuantas darían lo que fuera por estar en tu posición, creo que deberías estar agradecida— dijo sonriendo con egocentrismo pero al escuchar su risa divertida la volteó a ver parando sus movimientos.

—Lastima—dijo y sonrió con sorna, él la miro molesto —no estoy entre el montón así que suéltame o grito— dijo y el la miro intimidante —tú decides— dijo pero él con molestia la soltó.

Ella rió y por primera vez fue rechazado por una mujer.

———

—No señor, aún no llega su hijo quiere que vaya a buscarlo?—Preguntó y el señor del otro lado exasperado golpeó el escritorio con fuerza.

—Si, taemin, por favor, tráelo inmediatamente al palacio— dijo tratando de conservar la calma. Los negocios se le estaban llendo de las manos y ya no tenía la plata suficiente para pagar todo lo que debía y lamentablemente estaba en deuda con dos de los reinos más poderosos. El riesgo de que irrumpieran en su palacio y trataran de asesinarlo o amenazarlo era muy grande.

Taemin asintió y salió del despacho del señor Kim dirigiéndose a la carroza negra que lo llevaría a buscar al hijo de su jefe. Al llegar, bajó y se adentró al bar buscando con la mirada a Taehyung encontrándolo en la barra molesto mientras una chica caminaba lejos de él. Se acercó y cuando estuvo lo suficientemente cerca habló con calma pero firmeza.

"Destino entre sombras" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora