Durante la guerra de arcontes, uno fue victorioso y gobernó sobre su territorio, olvidándose de la sangre de los dioses que fueron víctimas de su lanza y sobre todo, de su codicia y deseo tan desesperante de ser el próximo arconte geo. Entre las piedras, habitaban cuerpos de dioses antiguos, las ruinas de campos de batallas solo eran viejos recuerdos y el mar habia sido testigo de varias batallas poderosas y duraderas. Pero todo tenía un fin, eso era algo que todos sabían, inclusive el reciente rey geo que estaba repleto de sangre inocente, junto con sus pensamientos que lo llevaban a actuar sin pensar en las consecuencias.
Por varios años y siglos, Liyue era un lugar seguro y llena de belleza por su naturaleza. Sus acantilados, ríos, bosques y templos que estaban dispersados por todo el territorio, también estaban sus animales y sus habitantes que se apoyaban entre sí, algunos decidiendo vivir entre los árboles, cerca de los mares cristalinos o construyendo lo que seria, el centro de todo: el puerto de Liyue.
Aunque todo parecía estar bien y realmente todo estaba a la perfección, fue Morax quien tuvo un pequeño inconveniente por algunas noches y mañanas, en donde solo su curiosidad crecía y sus dudas se volvían cada vez más grande, deseando que aquel sabor amargo de su boca desapareciera una vez por todas al no saber como responderse a sí mismo todo lo que se preguntaba en su mente. Pudo evitar a la humanidad por varios años, pero siempre habia momentos en donde se los topaba en cualquier lugar, después de todo, habían vencido su miedo y ahora estaban explorando cada parte de su territorio. Era algo a lo que ya estaba acostumbrando.
Pero habia solo una cosa que lo dejaba inquieto, algo que veía cada mañana o noche con una mujer. Si, para ver a esa pequeña cosa, siempre debía de estar una mujer acompañándole. No sabía mucho sobre la humanidad por ser un dios, pero creía saber que era aquella cosa o mejor dicho, persona tan pequeña que siempre le generaba un sentimiento cálido y confuso a la vez.
Un bebé.
Si, los bebés le llamaban la atención y en el buen sentido, podía decirse que últimamente se habia estado sintiendo tan solo que su lado paterno empezaba a reaccionar cada que veía a una de esas pequeñas criaturas paseándose entre las aldeas o en pequeños bosques con una mujer acompañándole; su madre. Jamás pensó o le llego a pasar a la mente el como seria tener una de esas cosas a su cargo, pero tampoco se veía tan complicado o algo de lo que se arrepentiría de tener.
Ver a personas o a padres tan felices con un bebé era algo que solo alimentaba más su lado paterno y solo hacía querer tener a uno para sentir aquella felicidad que los humanos sentían con ellos. Al ser un dios, jamás habia sentido tranquilidad o felicidad, su único propósito era proteger a Liyue y solo eso, pero tenía tanto tiempo libre que llegaba a sentirse solo varias veces, después de todo, no tenía algo o a alguien con quien compartir su corazón o al menos, otorgarle la oportunidad de darle aquella felicidad que deseaba sentir, como aquellos humanos con un bebé.
Pero a la vez era difícil tener uno, no lo decía por tener que mantenerlo, lo difícil era conseguirlo. Si bien estaba dispuesto a criar a uno y sobre todo, llenar aquel vacío que deseaba llenar con alguien con quien en algunos momentos le diría "papá", sabía que el modo de tener a uno era por medio de una mujer, pero no quería aprovecharse de una solo para embarazarla y engendrarle un hijo. Tampoco es como si le agradara mantener algo muy intimo con una humana y solo por un propósito.
Era por eso mismo por el cual su respiración se cortó por unos momentos y un sentimiento tan pesado empezó a llenar su corazón una vez que miro como Madam Ping cargaba a un bebé abandonado, el cual aunque todavía era muy joven para entender al mundo y la situación en la que estaba, dejo salir una pequeña risa llena de emoción y con un tono juguetón, mirando al arconte como si fuera algo agradable de ver. Fue en ese momento en el que el rey geo entendió como se sentían los humanos al tener un hijo y no pudo evitar sentirse bendecido por saber que podría cumplir su deseo de ser padre.
Mientras el atardecer adorno a la naturaleza con su luz, las mariposas se posaban en pequeñas ramas y los pájaros se detenían para observar con curiosidad, pero a la vez con felicidad el encuentro de un dios vulnerable por primera vez con un bebé en sus brazos, con sus ojos conteniendo unas lágrimas y sobre todo, el sentimiento de amor paterno y aprecio. El observar como su pequeño dragoncito jugaba con sus dedos solo hacía que su sentimiento creciera y en vez de sentirse confundido por sentirse de tal manera, solo se dedicó a sonreír y de disfrutar del momento.
Podría ser que los padres del bebé se hubieran arrepentido de haberlo tenido y por eso lo abandonaron, pero para el rey, fue todo una bendición de sus dioses, un pequeño regalo que llego en el momento exacto y que trajo la felicidad que necesitaba para su corazón. Por ahora, solo podía limitarse a cuidarlo y a criarlo, pero también, podría ser aquel padre que siempre quiso ser en sus tiempos vacíos y de soledad.
Aquel niño, su pequeño dragoncito, se habia convertido de un momento a otro, lo más valioso que pudo llegar en su vida de dios y lo que durante muchos siglos, deseó con desesperación entre la soledad.
Espero les guste esta nueva versión de la historia, pues fue hace poco cuando escribi esta parte cuando me di cuenta que podria avanzarle. Tengo tantas ideas en mente que estoy segura que le dara una buena trama a la historia y también a la relación entre Zhongli y él prota.
Una cosa más es que decidi cambiarle el nombre al pequeño. El nombre de Haruki ya no me gusto tanto asi que lo cambiare para mejor comodidad. También e decidido que los capitulos seran un poco más largos y detallados. Gracias por leer<3
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Lagrimas De Un Pequeño Dragon - Genshin Impact
FantasyDurante siglos el rey geo vivió entre la oscuridad y soledad, acompañado con solo el peso de tener que proteger a su gente y a su territorio por igual, sin la compañía de alguien que pudiera alegrarle el día o mejor dicho, que lo pudiera recibir con...