Aquellas fans

10 1 0
                                    

Empece a caminar y me encontre con Hobi.

-¿Qué haces aquí? Pensé que estabas en casa.

-¿Me reconociste entre tanta gente? -Sorprendida 

-¡Has sido mi hermana menor por más de 20 años, claro que te reconosco!

Hobi sonríe y yo río.

-Pues solo vine a dar un paseo. -Digo sonriendo 

-Toma. -Dice con un libro en mano 

-¿Y esto? -Digo tomando el libro 

-Pues lo vi y me acorde de ti, asi que lo compré.

-¡¿En serio?! -Emocionada 

-Pues si. -Sonríe obvio 

-¡Gracias oppa! -Digo muy feliz 

-¿Qué dijiste? -Sorprendido

-¡Muchas gracias oppa!

-¿Desde cuando me dices oppa? -Confundido y sorprendido 

-No lo sé. -Sonrío y río 

-¿Solo cuando te compro cosas me diras oppa?

-¡No! Ya no te diré así, lo siento. -Sonrío apenada

Llegamos a una cafetería y nos sentamos en una de las sillas que había afuera del lugar.

-Espera aquí, ire por algo de tomar. -Dice Hobi sonriente 

-De acuerdo. -Asiento y sonrío 

Hobi se va a comprar las bebidas y yo me quedo leyendo un libro.

Esta parte ya la leyeron, saltemos esto y sigamos (Es la del inicio)

-Esta bien, iremos a la casa, ¿Vienen? -Dice mi papá un poco disgustado 

-Será después, nos quedaremos aquí un rato. -Dice Hobi nervioso 

-Esta bien, nos vamos. -Dice mi mamá tomado a Lina de la mano 

Mis padres se van y me quedo sola con Hobi.

-Muy bien, ¡Vamos! -Dice con entusiasmo 

-¿A donde iremos? -Digo confundida 

-Pues te invitaron a ver un juego, deberiamos ir ¿No crees? -Dice convincente

-Ah eso...  -Digo desanimada

-¿Qué pasa?...¿Sigues sin poder ver los juegos? -Sutil 

-¡NO! Ya superé esa parte...

-¡Entonces vamos!

Caminamos hasta llegar a la cancha de hace rato donde había muchas personas viendo el juego.

-Ya empezó, creo que llegamos tarde. 

-No, todavía van en el primer cuarto. -Digo obvia

-¿Como sabes? -Sorprendido

-Por el número de canastas

-¡Vaya! Eres muy buena, ¡Te entrenaron bien!

-Aparte lo dice en ese cartel. -Señalandolo 

-Ah. -Apenado 

-Vamos a sentarnos 

-Hay muchas personas

-Si, la mayoría chicas 

Nos acercámos más a la cancha y nos sentamos. Después de unos minutos de juego el chico que me había hablado en la cafetería encesta una canasta y me voltea a ver para después sonreírme, si, parecía que me dedicó la canasta.

MI PERFECTA EQUIVOCACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora