Mi Sexy Profesor//Tom Holland

Cap3: ¿Agradecerle?

Me dedique a poner atención en la clase de literatura, aunque la pequeña humillación de parte del profesor en la clase de algebra no salía de mi cabeza.

Tal vez le estaba dando demasiada importancia, pero no podía dejarlo así como así, ese tipo se había encargado de dejarme en ridículo frente a toda la clase y más enfrente a la tarada de Adisson, la cual solo se la pasaría burlándose de mi en las próximas clases.

Aparte de todo, tenía que ir por mi libro de Algebra a su salón, posiblemente me lo tope, aunque yo preferiría que no, por eso no se me hace tan mala idea ir a la hora del receso.

Ring.. Ring...

La campana del receso por fin sonó.
Comencé a tomar mis cosas analizando qué no se me volviera a quedar nada como hace rato.

- Pero es que ¿el universo me odia o algo así?- pensé algo molesta.

- ¿Nos vamos linda? - me pregunto Adam a lo que yo negué rápidamente.

- No, es que tengo que ir por mi libro de Algebra al salón, se me ha olvidado ¿Tu crees? - le comente sería a lo que el solo se limitó a sonreir tratando de darme apoyo.

- ¿Quieres que te acompañe?.

- No, no te molestes yo voy- comenzamos a caminar hasta llegar al pasillo del colegio- Adelantate, no me tardó- fue lo único que dije antes de comenzar a caminar decidida al salón, suplicando qué el profesor Holland no estuviera ahí.

Los pasillos parecían desiertos.
-Pues claro que si ____, todos están comiendo- pensé rodando los ojos con obviedad.

Al llegar al salón, analice exactamente lo que iba hacer repitiendolo en mi cabeza, no quería toparme con el señor Holland de ninguna manera.

- A ver ___... Solo entras, tomas tu libro y sales- suspire pesado mientras tomaba la perilla de la puerta.- Es fácil...

Abrí lentamente la puerta, pero mi acción fue detenida al ver a la persona menos indicada en este momento.
Me quede totalmente congelada y sin saber que decir o hacer, él obviamente me escucho abrir la puerta por lo que se quedo extrañado y confundido.

Cruzo sus brazos esperando una explicación, mientras un ceño fruncido se asomaba por su bello y angelical rostro.

¿PERO QUÉ DEMONIOS DIGO?

- Dígame señorita, en que le puedo ayudar- al fin uno de los dos habló.

- Am.. Yo solo venía por mi libro- a este punto quería que la tierra me tragara y me escupiera en China.
- Lo deje aquí, supongo.-seguí hablando, mientras recuperaba la postura.

- Pues supone bien- dijo tranquilo, mientras se giraba hacia su escritorio para tomar algo y mostrarmelo.

Claramente era mi libro.

- Es mi libro- trate de llegar hasta con él para tomarlo y largarme de aquí de una vez por todas.

Su mano alejo más mi libro, mientras sonreía egocéntrico.
De verdad que este hombre me ponía cada vez más de mal humor, estaba jugando conmigo.

- Alto ahí, no tan rápido-me habló con seriedad, mientras se alejaba un poco de mi.- De vería de darme las gracias, después de todo yo se lo guarde.

¿Agradecerle?

-¿Por que?, ¿Por hacer que olvidara mi libro?. - le pregunté enfadada, mientras cruzaba mis brazos esperando una explicación.

- Ah okey... ¿Así que yo tengo la culpa?.

-Obvio, lo único que quería era salir de aquí para no verlo más- lo mire retadora.