PRIMERA IMPRESIÓN

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En una esquina enfrente de los baños se encontraba una chica muy bonita de cabellos castaños aferrada fuertemente a la espalda de alguien para no caerse, un chico de cabellos negros la tenia alzada con las piernas en su cintura, no logre ver quien era por que me estaba dando la espalda, esa pareja estaba teniendo relaciones sexuales en el baño de una escuela.

Trate de moverme con cuidado y en silencio para no ser pillada, tal vez regresaría por donde había venido, seria la mejor opción, bueno eso pensé pues no salió como lo había pensado, salió totalmente diferente ya que cuando retrocedí choque con un carrito de limpieza, haciendo que se cayeran las cosas y mi plan de no ser vista fallara,-genial mi día no podía se mas peor ¿verdad? primero la pesadilla, luego la mirada matadora de la maestra, y ahora esto ya es el colmo-pensé.

Me quede congelada cuando la chica me miro y le dijo algo al chico que hizo que la soltara y se acomodara su ropa rápidamente, al terminar de arreglar su ropa me quedaron viendo, el chico con una mirada asesina, como diciéndome que me iba a matar por interrumpir, la chica me miraba con vergüenza estaba completamente roja, nadie dijo nada por unos segundos, el silencio se sentía incomodo y había una tención que no la soportaba.

-l-lo.. si-siento-murmure con toda la vergüenza del mundo, al ser vista-no era mi intención interrumpir-dije con la cabeza agachada.

-Pues nos interrumpiste por andar de chismosa-exclamo enojado el chico. Me dijo chismosa, eso sí me enojo y todo acto de vergüenza se esfumo.

-¡En primer lugar, este no es un lugar para estar haciendo ese tipo de cosas, por si no lo sabes!-respondí con en seño fruncido.

-Eso no cambia nada, por que yo tenia la puerta atrancada, y si no fueras tan chismosa no la hubieras abierto-contestó con un tono seco e indiferente.

-¡Haber esa puerta hasta un niño de 5 años la podía abrir, y no soy chismosa, solo quería usar el baño!-ya me comenzaba a irritar-¡captas que es un baño, no un hotel!-exclame alterada-quien se cree para hablarme haci ese imbécil.

-Mejor ya cállate que me irritas, mejor ya vámonos Madison-demando refiriéndose a la chica que en todo momento no dijo ninguna sola palabra, volteé a verla para mirarla bien, si que era linda sus ojos eran verdes muy bonitos, pero por una extraña razón se me hacia conocida.

-Vámonos-volvió a repetir al no tener respuesta de ella,-vete tu-murmuro por fin la chica, pero con un tono triste-vámonos Madison-el chico parecía enojado y tratar de agarrarla-que no, yo me quedo-volvió a decir-sabes que has lo que quieras-fue lo ultimo que dijo luego para irse.

Me quede sorprendida ante la reacción de ella, por como los vi primero pensé que era una pareja, pero como dice el dicho las apariencias engañan, observe a la chica, parecía sumergida en sus pensamientos mientras lagrimas caían de su rostro, se me apachurraba el corazón al ver un rostro tan bonito como el de ella llorando, no sabia que le pasaba y me daba miedo preguntarle, pero me arme de valor para peguntarle.

-¿Estas bien?-pregunte.

-Si, no te preocupes-trato de sonreírme.

-Pero estas llorando-creo que no se había percatado de ello por que rápidamente se limpio las lagrimas. -lo siento- murmure con vergüenza al recordar como los encontré.

-Si te disculpas por lo que vistes, no tienes por que pedir disculpas-dijo para voltease y mirarme fijamente. -en cambio yo te lo agradezco, por que si no hubieras aparecido yo ya estuviera con el-suspiro-mucho gusto soy Madison Johnson.

-Emm yo soy-

-Samantha Miller-pronuncio antes de que terminara de presentarme.

-¿Cómo sabes mi nombre?-estaba sorprendida.

UN PROCESO PARA SANARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora