UN PROCESO PARA SANAR

UNA AMIGA

—Eres mía.

—Solo mía.

—Mia mía—repetía William mientras penetraba a su hija.

—Volveré por ti Sami—

Samantha al escuchar lo ultimo se levanto llorando y con la respiración pesada, le costaba respirar, quería pedirle ayuda a su madre pero no quería preocuparla, haci que trato de calmarse y respira, Sentía que tenia algo en el cuello que no la dejaba respirar, lleve mis manos al cuello pero no sentía nada, de la impotencia de no poder respirar empecé a llorar, trate de mentalizarme que no tenia nada que todo iba a estar bien.

Después de un rato tratando de regular mi respiración, poco a poco se fue calmando y ya podía respirar cada vez mejor, el miedo que tenía de que ese hombre regresara y me hiciera daño otra vez, ese miedo estaba incrustado en mi, mi respiración volvió a la normalidad pero mis lagrimas no paraban de caer. Me dirija al baño para bañarme y calmarme, no quería que mi madre me viera haci, ella intentaba ser fuerte por mi, yo era su motivo para seguir, trataría de no preocuparla mas.

Al calmarme salí del baño y me vestí me arregle y bajé, como siempre mi madre estaba desayunando, al verme llegar me sonrió.

—Hola pudiste dormir—pregunto mi madre, metiendo se un trozo de pan a la boca.

—Si y tu, anoche te veías muy cansada—dije para después tomar asiento.

—Si, mi jefe me dio mas trabajo de lo normal anoche—suspiro con pesadez.

—¿Por que no cambias de trabajo?—pregunte—trabajas mucho, busca un trabajo de medio tiempo.

—No puedo, hay me pagan bien— tomó su plato y se levantó, imite su acción dejando mi plato en la cocina.

Se subieron al carro tomando rumbo asía la escuela, el transcurso era silencioso, así que me dedique a ver por la ventana naden decía nada y no me incomodaba, al llegar a la escuela mi madre se estaciono, pero antes de salir mi madre me hablo.

—Te amo lo sabes, mi niña—ella se inclinó y me dio un beso en la frente.

—Lo se, yo también te amo madre—le sonreí para después salir—cuídate—dije antes de que arrancara el carro.

Iba a caminar hacia la entrada, cuando algo me detuvo tomándome del brazo, al sentir el agarre pensé lo peor, Me encontró me va hacer daño otra ves, gracias al agarré me quedé un tiempo en shock, no quería voltear por el miedo pero lo hice, tome valor para voltearme y alejarme lo mas pronto posible de el, pero no lo vi a el, en cambio vi a Madison con una sonrisa enorme, me retracte antes de empujarla.

—Lo siento Sami—dijo al verme asustada.

—¡Sami!—dijo alterada.

—Emm si—seguia en shock.

—Lo siento te asuste—dijo nerviosa. —¿estas bien?.

—Si, no te preocupes—sonreí—nos vamos.

—Si.

Madison me volvió a tomar del brazo, sentí la necesidad de alejarla pero no lo hice, caminamos así al salón, al entrar nos sentamos juntas y seguimos conversando hasta que llego la maestra, empezó la clase pasaron las horas hasta que sonó la chichara para ir a comer, acomodamos nuestras cosas y nos dirigimos hacia la cafetería. Con nuestro comida en mano nos dirigimos hacia la misma mesa que habíamos tomado el día anterior.

—Oye te puedo hacer una pregunta—dije un poco nerviosa, no quería preguntar pero me intrigaba.

—Claro, estamos en confianza.