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Drew se colocó a su otro lado y la tomó de un brazo para mantenerla en pie, mientras que Octavia se acercó a los adolescentes que comenzaban a discutir.

—Los terrestres aún no están aquí. Tenemos tiempo para prepararnos —decía Bellamy—. Además, ¿dónde estaríamos más seguros que aquí?

Clarke dejó a Finn hablando con Bellamy y se acercó a Cassie para revisarla. Contrario a Bellamy y Drew, la rubia aún no terminaba de confiar en ella.

—Hay un océano. La gente de allí nos ayudará.

—Vieron a Lincoln —dijo Octavia. Finn asintió.

—¿Esperan que confiemos en un terrestre? —preguntó cínico Bellamy, y se alejó para hablarles a todos—. Este es nuestro hogar. Construimos esto de la nada con nuestras manos. ¡Nuestros muertos están enterrados detrás de ese muro, en este suelo! ¡Los terrestres creen que pueden quitárnoslo, que no pertenecemos aquí porque vinimos del cielo! Pero no se dieron cuenta de algo muy importante, ¡estamos aquí ahora! ¡Somos terrestres!

Cassie se lo concedía, Bellamy sabía cómo motivar a la gente con discursos pasionales. Todos se mostraron de acuerdo con sus palabras, y parecían dispuestos a luchar y morir por ese lugar. Aparentemente, Clarke era menos pasional que él pero igual de persuasiva. Donde Bellamy tenía una valentía casi ciega, Clarke era más inteligente a la hora de elegir sus batallas.

Estaba claro que aquella batalla no tenían muchas posibilidades de ganarla.

—Bellamy tiene razón. Si nos vamos, quizá nunca encontremos un lugar tan seguro como este, y Dios sabe que en este mundo podríamos enfrentarnos a algo aún más peligroso mañana —dijo Clarke—. Pero eso no cambia el hecho de que si nos quedamos aquí vamos a morir esta noche. Así que empaquen sus cosas, solo lleven lo que puedan cargar. ¡Ahora!

Durante unos segundos, nadie hizo ningún movimiento, hasta que los primeros comenzaron a alejarse para buscar sus cosas. Cassiopeia vio a Drew suspirar, casi con molestia.

—Crees que es una cobarde —dijo, siguiéndolo hasta su tienda de acampe. Drew comenzó a guardar algunas prendas de ropa en su mochila.

—Deberíamos quedarnos y defender nuestro hogar —respondió el rubio. Luego soltó un suspiro—. ¿Tú qué harías?

—Soy una guerrera, fui entrenada para luchar y ganar —dijo—. Así que comprendo a Bellamy. Este es su lugar, su hogar y ustedes son su gente. Quiere luchar por ustedes. Pero Clarke tiene un punto muy importante también. No tiene sentido luchar una batalla que ya está perdida.

Durante unos segundos, Drew no dijo nada, hasta que dejó la mochila en el suelo y se sentó en las mantas que simulaban ser su cama. La miró directo a los ojos.

—¿No lucharías?

—Esta batalla no —respondió con completa honestidad.

—Huirías.

—Me escondería —corrigió la chica—. Esperaría el momento indicado y cuando los terrestres menos se lo esperen los atacaría. Clarke está eligiendo sus batallas. No es cobarde, es inteligente —la morocha miró con incomodidad la tienda, dándole toda su atención a las hormigas que había en en el pasto—. Quizá lucharía por ti y por Octavia. Me agradan.

El silencio los rodeó durante casi un minuto completo, tan tenso que Cassie comenzaba a arrepentirse por lo que dijo, hasta que Drew finalmente le sonrió.

—Vendrás con nosotros.

No era una pregunta, pero de todos modos Cassie no tenía una respuesta afirmativa para eso.

multiverse (the avenger potter ii)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora