Cuando nadie ve

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Vegas y Macao por fin llegan a New York.

—Macao estás seguro de esto?, Aún puedo comprar dos boletos y regresar— Vegas mira a su pequeño hermano.

—vamos Vegas—Macao aún se mantiene firme y ambos van en buscá de su padre.

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—Donde está Vegas?— él hombre de la edad de su padre lo observa serio.

—El señor Vegas está atendiendo un asunto familiar espero y pueda entenderlo, sin embargo no debe preocuparse porque estamos aquí para que lean las cláusulas y los planes de este contrato— Kinn habla en su lengua natal porque aún se le dificulta un poco el inglés.

—Es eso, o lo convenciste de que no estuviera aquí?— Justin se cruza de brazos mientras habla Tailandés.

Kinn lo mira serio, ese tipo de comentarios solo podrían generar el entorpecimiento de su negoció, sabe que quien está frente a el es nada más y nada menos que el padre de Justin y que de el depende el gran negocio que está por soltar.

—Señor Justin, el señor Vegas realmente se siente muy apenado por toda esta situación, pero y cito sus palabras "Mi hermano es mucho más importante que cualquier otra cosa"— Kinn responde tranquilo.

El silencio se hace en la habitación y Kinn siente una extraña tensión.

Justin estaba por decir algo pero fue interrumpido por su padre.

—Tiene razón— el hombre responde.

Kinn y Justin se quedan sorprendidos por la respuesta ninguno de los dos esperaba eso.

—Es por esa razón que firmaremos hoy, el sabe lo importante que es la familia para mí, porque si cumples con tu familia cumplirás con el negocio porque es lo que mantiene a tu familia segura de cualquier cosa que pueda presentarse, ahora se que hice bien en hacer tratos con el— el padre de Justin firma sin titubear y se levanta.

La reunión ha terminado.

Kinn sonríe mientras ambos se dan la mano.

Justin está que echa chispas.

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Macao y Vegas después de horas de hablar con asistentes y la gente de servicio de casa de su padre han logrado obtener la dirección de su cafetería habitual.

El aroma a granos de café es impresionante, hay notas tostadas y caramelizadas mezcladas junto con el olor del delicioso pan dulce recién horneado.

Macao y Vegas están parados justo en el gran ventanal del local.

Kan sostiene a un bebé en sus brazos mientras sonríe.

La mujer a su lado sonríe también es una escena digna de una fotografía.

Macao se muerde el labio conteniendo sus lágrimas mientras aprieta el puño, su cuerpo tiembla mientras siguen observando cómo Kan besa la mejilla del bebé que ríe al sentir el amor de su padre.

Vegas también no lo puede admitir pero le está quemando ver algo así.

—No— Vegas sostiene el brazo de Macao al ver que este quería entrar en el local.

Macao se abraza a Vegas escondiendo su rostro en el pecho de su hermano mientras llora.

Vegas y Macao han perdido un papá pero han ganado mucho, ahora Vegas ya tiene el valor que le faltaba para hacer frente a las situaciones que están por venir.

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Arm llega a su pueblo, es recibido por una madre alegre de verlo y por su padre también sonriente.

—Arm"!— Su hermana se acerca y ambos se abrazan efusivamente.

—Crei que no te volvería a ver— Su hermana lo abraza con amor.

—Es bueno tenerte de vuelta— la voz de su padre no están reconfortante pero sabe que poco a poco debe ir digiriendo lo que por muchos años lo mantuvo lejos.

—Vayamos a comer querido— la mujer acaricia la espalda de Arm.

Arm solo sonríe, también se siente extraño teniendo cerca a su madre.

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