Cuando nadie ve

47

—Donde está Vegas?!— Justin sujeta a Kinn del brazo con fuerza.

Kinn le sostiene la mirada mientras se queda ahí todo tenso.

—Te hice una pregunta— Justin habla en inglés.

—No tengo por qué contestarte, el trato ya está echo así que me voy— Kinn se suelta y continua su camino.

Sale del edificio y pide un taxi, mientras llama a su padre.

—Solo quiero decirte que ya firmó el contrato en cuanto regrese te daré un informe completo— Kinn termina la llamada y mira su celular.

No sabe si debe llamar a Vegas.

.....

Macao vomita, ambos están en un callejón.

—Toma enjuagate un poco— Vegas le da una botella de agua.

—Como pudo hacer algo así?!— Macao está bastante confundido.

—...— Vegas se queda en silencio.

—Tu lo sabías?— Macao mira a su hermano.

—No— Vegas contesta tranquilo.

—Entonces por qué no te afecta como a mí?!— Macao está muy confundido.

—Me afecta Macao, claro que quiero ir a partirle la cara, decirle toda la mierda que merece, pero debemos ser más inteligentes, si esa es ahora su nueva familia entonces que inicien desde cero— Vegas le revuelve el cabello a Macao.

—A que te refieres?— Macao se sorbe un poco los mocos.

—Que mejor forma de vengarse que dejandolo en la quiebra— Vegas le sonríe a su hermano.

.......

Kinn toma su teléfono y contesta.

—Si?— Kinn observa su reloj, está en el aeropuerto.

—cerraste el trato?— Vegas está del otro lado de la línea.

—Si, firmaron y ya todo está listo— Kinn responde.

—Eso es bueno— Vegas cuelga el teléfono.

Kinn lo mira.

—Supongo que encontraste a tu papá— Kinn contesta con tranquilidad.

—Si, y es un maldito bastardo— Macao gruñe y se cruza de brazos.

—No te preocupes Macao ese desgraciado va a pagar— Kinn responde.

.......

—Dime Arm, estás comiendo bien?— Su madre lo mira.

—Si, mamá— Arm toma su mano.

Su padre se lleva comida a la boca al igual que su hermana.

Por fin están reunidos, pero sabe lo difícil que será el haber regresado.

—Cuanto tiempo te vas a quedar?— su hermana pregunta.

—Espero que algunos dias— Arm contesta.

Su teléfono suena y el se retira de la mesa.

—Todo bien?— Arm espera la respuesta.

—No, mi papá es un bastardo te necesito— Macao habla triste.

—Ya estás en el aeropuerto, me aterre demasiado cuando me dejaste ese mensaje de texto en el que me decías que irías a buscar a tu papá, no solo eso, me dejaste en casa, prácticamente me abandonaste— Arm hace puchero.

—Lo se, lo lamento mi amor, pero tenía que hacerlo, quería que ese infeliz supiera que somos felices, creí que así el podría demostrar que le importamos que le importaba nuestra felicidad, pero me equivoqué— Macao aún sigue triste.

—Lo se, pero pronto estarás conmigo, cuando llegues al aeropuerto me marcas iré por ti— Arm sonríe, de solo pensar que volverán a estar juntos.

—Si, Vegas y Kinn vienen conmigo— Macao responde.

—Esta bien, hay muchas habitaciones— Arm ríe.

—Te amo Arm— Macao sonríe un poco.

Arm sonríe también.