Capítulo 2.

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Harry llegó a casa muy feliz, ya que después de tanto tiempo había encontrado a alguien con quien hablar, podría ser un amigo.

-Cariño, la comida está calentándose, sube a cambiarte.- Le ordenó Anne a su hijo. Harry subió las escaleras y Gemma, su hermana, le alborotó el cabello cuando subía, él solo siguió caminando hasta llegar a su habitación. Se puso una ropa cómoda y calientita, luego bajó a comer.
-Mamá, hoy no podré quedarme, tengo mucho trabajo.- Le avisó Gemma a su madre.
-Oh, es una lástima, aunque sea quédate a comer, ¿sí?, hice ravioles, tus favoritos.
-Está bien. Harry, deja de estar tan distraído. Pareces tonto.- Dijo volteando a ver a su hermano, quien estaba con la vista pegada en la pared.

Harry volteo a ver a Gemma y rodó los ojos.
- Ni siquiera estoy distraído, Gemm.
- No me digas Gemm.
- Gemm, Gemm, Gemm.
- ¡AYYY!- Harry solo rió y su hermana le dio un golpecito en la cabeza.
Anne sirvió los ravioles y todos se sentaron a comer en silencio.
Ya estaban comiendo el postre cuando Harry decidió contarle a las dos mujeres mas importantes en su vida lo que le había sucedido en la escuela.
-Conocí a un chico hoy en el instituto.
Anne y Gemma voltearon a verlo, él solo sonrió.
-¿Y qué?- Le dijo su hermana haciendo un gesto gracioso simulando que no le importaba.
-Que, como saben, no tengo amigos y él me agradó como yo a él, supongo. Pasamos un buen rato en recreo y jamás me hirió, su nombre es Louis.
-Pues me alegro por ti Hazz, espero lleguen a ser amigos.- Dicho esto por la madre de Harry.
-Yo también.
Terminaron de comer y se despidieron de Gemma quien por cuestiones del trabajo tenía que irse. Trabajaba hasta el otro extremo de la ciudad, modelaba para una revista de moda, a su familia le parecía algo riesgoso por ser una joven de 20 años manejando a las 11 de la noche por Londres. En fin, solo quedaban Harry y Anne; cada quien en su mundo.
El chico del cabello ruloso estaba mirando el techo con unos audífonos puestos mientras sonaba la canción Paradise, de Cold Play. Así pasó el tiempo hasta quedarse dormido.

Ya estaba amaneciendo, eran las 6:00am cuando sonó la alarma de Harry.
Ese día sintió más frío de lo normal durante ese invierno. Se levantó y fue a cepillarse los dientes, luego se puso el uniforme, un beanie color gris y un suéter de lana del mismo color.
Enseguida bajó y como era de esperarse, su madre tenía el desayuno listo para Harry. Él desayunó y Anne subió no sin antes despedirse de su hijo.
La misma rutina de siempre. Hasta que sonó el timbre para recreo.
Todos sus compañeros salieron y Harry seguía adentro, caminó hacia la puerta y justo cuando salió llegó Louis sonriente como siempre.
Harry sonrió haciendo que sus hoyuelos se hicieran presentes. Ante esta acción, el chico de ojos zafiro colocó su dedo en un hoyuelo de Harry.
-Me encantan tus hoyuelos.
-Lo he notado un poco.
Ambos rieron levemente y caminaron dirigiéndose a la cafetería.
Una vez ahí, Louis decidió pedir algo.
-Un café americano, por favor.- Luego se dirigió a Harry- ¿Vas a querer algo?
-Umm, sí. Un chocolate caliente.
Después de unos minutos la señorita de la cafetería les entregó sus bebidas. Louis buscó en su cartera y sacó el dinero. Su acompañante se percató de esto e inmediatamente sacó un billete para pagar.
-No Louis, yo pago.- Dicho esto le entregó el billete a quien los atendía y se retiraron.
-Yo iba a pagarlo, Harry.- Dijo esto haciendo un puchero, el aludido no pudo resistirse mas ante esta acción.
-Ou, basta, eres un tierno con esa cara.
Louis se sonrojó, luego hizo una cara enojada que daba mas risa que cualquier otra cosa.
-¿Y con esta?
-Así no, Louis, así eres un feo.
Ambos rieron. Siguieron caminando y para sorpresa de Harry, Ryan y Félix estaban justo por donde debían pasar para ir a los comedores.
-Ay, mira Félix, el marica tiene novio. Me dan asco.
Harry agachó la mirada.
-Lo siento, Louis, mejor vámonos por otro lado.
Louis se acercó a Ryan y le dijo con una voz demandante que dejara en paz a Harry, luego de esto sigue caminando con él. Los otros chicos solo reían.
-¿Qué les dijiste?
-Nada malo, solo que te dejaran en paz. ¿Son ellos los que te molestan?
-Umm, sí, ellos y la mayoría de mis compañeros, excepto dos chicas, Lizzy y Anna nunca hacen nada, no me molestan.
-Cuando esté contigo nada malo va a pasarte, ¿okay?
Harry sonrió levemente.
-Okay.
Iban tomándose sus bebidas y riendo con cosas graciosas que Louis decía.
Surgieron temas distintos, después a Harry le dio curiosidad por la familia de Louis.
-¿Y tienes hermanos?
-Uff, tengo cinco hermanas, dos de ellas son gemelas, yo soy el mayor. ¿Tú tienes?
-Solo una. Se llama Gemma, tiene 20, aunque no está mucho en casa por su trabajo, igual mi mamá, solo unos días esta en casa cuando llego.
-¿Solo vives con ellas?
-Sí, mis padres se separaron cuando tenía dos años, y desde ahí mi madre ha tenido novios pero no duran mucho.
-También mis papás se divorciaron, de hecho, todos mis hermanos en sí son medios hermanos.
-Tienes muchos medios hermanos.
Louis rió.
-Mi mamá es un conejo.
Ambos rieron de nuevo y siguieron platicando. El timbré sonó y subieron hacia el salón del menor.
-La maestra de ciencias no vino hoy, y que bueno porque odio esa materia.
-Tampoco tengo maestro a esta hora, en un rato vengo, ¿sí?
-Bueno, bye.
-Bye.
Harry entró a su salón y tomó asiento en su lugar. Todos estaban parados y hacían relajo, Felix se acercó a Harry y éste se tensó un poco.
-Muévete, basura.
A Harry le dio coraje pero sabía que era débil y no podría defenderse.
-Pero este es mi lugar.
Luego Ryan y otro amigo de él se acercaron.
-Pues ya no.
Los tres chicos se hicieron una seña y levantaron la silla de Harry, éste solo les decía que pararan. La levantaron un poco mas y la inclinaron bruscamente para que el chico cayera. Todo el salón estaba riéndose de aquello que acababa de suceder.
Harry estaba en el piso sobándose el brazo izquierdo, le dolía todo, había chocado con una banca. Quería llorar, de dolor como de impotencia, pero sabia que si lo hacía todos iban a reírse. Dificultosamente se puso de pie y corrió para dirigirse a los vestidores, ya que casi nunca había alguien ahí.

Louis estaba con Liam, su mejor amigo, estaba riéndose cuando vio que Harry paso corriendo a punto de llorar. Se puso tenso e inmediatamente salió de su salón y corrió tras el menor.
Harry entro a los vestidores y se sentó, le dolía mucho el brazo, parte de su espalda y su pierna izquierda. Soltó unas lágrimas y seguía sobándose.
Louis apenas entró a los vestidores y vio a Harry sentado y llorando. Su corazón se comprimió al verlo así.
Harry se percató de la presencia de Louis e inmediatamente fue a abrazarlo.

Blue Eyes. •Larry Stylinson•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora