Advertencia: Está historia puede girar entre suspenso, comedia y tal vez horror.
La Fundación al ser el lugar que se encargaba de estudiar todo lo que era considerado una anomalía, más de un individuo o ser extraño se encontraba aquí. Está vez fijan...
Todo paso muy rápido, literalmente solo cerro los ojos un momento, un segundo, un puto segundo le había tomado a la maldita estatua con forma de maní en romperle el cuello a los imbéciles que lo estaban acompañando, ninguno se lo vio venir, no esperaba que fuera tan rápido.
Se quedó solo con "eso", lo único bueno es que el guardia que me había estado paseando como un perro todo el día no había cerrado la celda aún, aparentemente también sorprendido por lo rápido que pasó todo.
DíasAntes
Estaba dormido en mi cama, todo estaba tranquilo, no había cosa que me podría levantar de este-
- Atención Clase D, ya empezó el día, preparense para sus tareas, se les serán asignadas cuando los guardias los busquen!
A menos que estés viviendo en una puñetera instalación que no parece saber lo bueno que es dormir.
- Agh... Juro que cuando pueda ponerle las manos encima al imbécil de los anuncios...- abrí los ojos irritado.
Me levanté con todo el dolor del mundo y me dirigí al lavamanos de mi celda, lo único bueno de esta celdas en que al menos estabas cómodo mientras estas aquí. Mire mi reflejó, bastante guapo, aunque ví mejores días cuando no estaba encerrado como un perro.
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En verdad quisiera llevar otra cosa que no fuera este traje naranja de recluso, pero la Fundación tiene que "Mantenernos a raya", por si las pruebas en las que nos usan diariamente no son lo suficiente para dejar a uno a raya.
Sali y lo primero que ví, como siempre, es aquel soldado junto a otros dos, como se que es el mismo soldado que tengo en la mira?
- Al fin sales, andando D-68- por qué sin importan que tan rara suenan las voces con esos cascos, siempre logro reconocer su voz de los demás, llámenme obsesionado pero en mi defensa, este tipo siempre está conmigo, rara vez que un soldado diferente esta acargo de llevarme.
Simplemente los segui a donde sea que me tocará ir, podrían estarme llevando con aquel SCP peligroso que escuche de otros clase que es un lagarto gigante, o aquel que llaman "El Tímido", no sería la primera vez que lidio con el.
Cuando llegaba, me fijé Enel camino que me llevaban a una sala de contención diferente a las demás que estaba acostumbrado, un pasillo diferente. El guardia fue a abrir la puerta antes de que me diera tiempo a ver la placa del SCP, aunque no ví una lo cual es raro...
- Trajimos al clase D.
- Bien- El científico se me acercó con una de esas tabletas con papeles - Tu tarea aquí es interrogar al SCP, es inofensivo por el momento así que solo puedes hablar y ver cómo responde a estás cosas- me dio un papel con preguntas anotadas.