☆[𝐻𝑃]☆ 𝐴𝑚𝑎𝑛𝑒𝑐𝑒𝑟

Capítulo 64

A las siete de la tarde, vino al bar  cabeza de cerdo.

A excepción de Harry y Hermione que no vinieron, vino mucha gente, Sirius y Andrómeda estaban preocupados por el paradero de Narcissa, mientras que Minerva, Remus y la Orden del Fénix estaban preocupados por Dumbledore, Red y George Ron, solo curiosidad. Entraron en el vino antes de las siete, y luego vieron que el rostro del dueño del vino estaba tan oscuro como la nube más profunda.

"Aberforth, ¿conoces a ese chico rubio?", preguntó Scrimgeour.

El anciano miró duramente al interrogador: "¡No sé!", Respondió groseramente, y luego regresó a la estación para ocuparse de sus propios asuntos, ¡maldita sea! Ese bastardo envió a alguien a reservar el lugar. Si supiera que era Grindelwald, ¡no le dejaría pagar nada!

Kingsley también llegó como viceministro interino del Ministerio de Magia y se encogió de hombros: "Parece que la relación es muy mala".

Los gemelos miraron a izquierda y derecha, había otros invitados en el vino, Sirius también estaba observando los alrededores, si la habitación estaba reservada, significaba que las otras personas aquí también eran invitados de ese chico, ¿quién era esa persona?

Justo cuando estaba pensando, los dos pseudo-chicos que fueron de compras regresaron, y el rubio todavía sostenía algo como un helado, comiéndolo deliciosamente.

El grupo de repente se quedó sin habla.

A Grindelwald le gusta comer dulces y nunca le importan los ojos de los demás: "Buenas noches a todos".

La comisura de la boca de Scrimgeour se torció: "Buenas noches, señor".

Grindelwald y Dumbledore ocuparon los dos asientos vacantes.

Los gemelos lanzaron sus miradas: "¿Helado?"

Dumbledore sonrió y se alegró de presentar: "Este es un sorbete de limón, un postre muggle".

Minerva recordó instantáneamente la contraseña de la oficina del director, sintiéndose muy impotente.

"Es bastante bueno, y vale la pena presentarlo al mundo mágico", comentó Grindelwald, luego sacó un trozo de pergamino de su bolsillo y se lo entregó a Scrimgeour.

"¿Esto es?" Scrimgeour lo miró, y su rostro inmediatamente se puso serio.

"Una lista de Mortífagos que se han asentado en Alemania" Grindelwald fue directo.

¿Qué? ! La expresión de todos cambió de repente.

Grindelwald levantó el brazo y lo sacudió, y un mago se acercó de inmediato: "¿Mi señor?"

"Llama a York", ordenó Grindelwald.

“Sí.” El mago retrocedió respetuosamente.

Scrimgeour se sorprendió de que York fuera el hombre que había estado ayudándolo y cooperando con él todo el tiempo.

Sirius quería decir algo, pero Minerva lo detuvo.

Kingsley miró la lista, y Lucius Malfoy fue el primero: "¿Qué significa esto?"

Grindelwald respondió con pereza: "Alemania les dará a estas personas el derecho a vivir legalmente".

"¡¿Residencia legal?!" Sirius estaba furioso.

Grindelwald miró a Sirius, y era raro que no le importara la rudeza de la otra parte. En ese momento, York se acercó: "Mi señor".

Grindelwald sonrió y señaló a York: "Ministro Scrimgeour, permítame presentarle. Este es el nuevo Ministro de Magia de nuestro país, York Orlov. Creo que, sobre los asuntos específicos de los Mortífagos fugitivos en su país, puede hablar con a él."