Estaba despidiéndome de mi familia cuando vi al chico más lindo de mi vida pasar al lado mío, me quede mirándolo embobado unos segundos hasta que mi hermano comenzó a toser para que consolara a mi mamá, que como era de costumbre era un mar de lagrimas. Solo era un año en el servicio militar y yo decidí asistir apenas cumplí la mayoría de edad, lo cual me arrepentí al mirar a un montón de chicos muchos mayores que yo.
—¡Ay, mi niño! Como creces, te voy a extrañar demasiado— Mi madre me dio un último abrazo antes de dejarme ir al bus que me tocaba tomar.
Ya una vez en el bus vi a más personas que parecían ser del servicio, estaba emocionado por hacer amigos pero sabía que esto no era la secundaria y que no sería tan fácil como otras veces. Una vez llegamos nos guiaron hasta unas instalaciones de tres pisos, ese lugar iba a ser mi dulce hogar durante un largo año, según lo que escuché iba a compartir habitación con una personas y eso me tenía inquieto, porque mi compañerito aún no llegaba. Me dio tiempo de acomodar mi espacio, estaba viendo una foto de mi madre y mi hermano hasta que sonó la puerta y rápidamente la dejé sobre la mesita de noche, alce la mirada para ver al mismo chico de la parada de autobús, era muy alto, de cabello castaño, ojos azules y una espalda ancha.
—Mocoso, no es de muy buena educación quedarse mirando fijamente a alguien.—No se cuanto tiempo me perdí observándolo para que sea necesario que diga eso.— Ya se que soy encantador.
¿Que carajo había sido eso?
—No soy ningún mocoso, te aseguro que soy mayor que tu ¿Cuantos años tienes?
—Tengo veinticinco ¿Y tu, mocoso?
—Dieciocho.— Murmure, no quería que se enterara pero me di cuenta que no había funcionado cuanto escuché la risotada burlona más melodiosa y perfecta de toda mi vida.
—Suficiente mocoso.—Dijo en un hilo de voz, recién dejando de reír.—¿Como es que te llamas?
—Logan Rymer ¿Y tu?
—Axel Walker o puedes llamarme mi amor, como tú gustes.
Volvió a reír cuando vio mi cara de asco, dejó su maleta en el otro costado de su habitación donde estaba su cama, quería dejar de mirarlo pero por alguna razón no podía. Apagamos las luces según para dormir, pero sabía que el estaba despierto y el también sabía que yo lo estaba, no entendía el por qué.
—Mañana hay que madrugar mocoso, será mejor que te duermas.
—Verdad. Descansa.
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Amor en el servicio militar - BL
RomanceLogan Rymer un chico igual de despistado que encantador cruza caminos en el servicio militar con Axel Walker, descubriendo que son polos opuestos al momento en el que los ponen de compañeros de cuarto. -Mocoso, no es de muy buena educación mirar f...