La vida es algo que no tiene precio, no puede ser comprada con nada y por eso es que la vida es un precioso tesoro. Entonces, ¿Eso me convierte a mí en el ser más codicioso?
Yo, Inmo, no soy ni hombre, ni bestia, ni luz, ni oscuridad, nunca de lo "uno" y nunca de lo "otro"... Solo soy Inmo, no más y no menos.
—No quiero que te mueras, no quiero que me dejes... por favor.
Todavía recuerdo ese momento, sus manos estaban heladas y sus ojos se oscurecían.
—Oye...
No pude pensar con claridad, estaba sofocado por mis propios pensamientos y pude evitar que mis lágrimas cayeran al suelo.
—¡Quédate conmigo!
Yo estaba desesperado.
—¡Ni siquiera mi poder puede salvarte!
Desearía haberme quedado en silencio, quisiera haber podido despedirme con amor y no con la ira que profeso.
—¡Si pudiera! ¡Solo si pudiera!
Ya era tarde y yo todavía buscaba el brillo de la vida en sus ojos amatistas. La lluvia caía como puñaladas sobre mis recuerdos.
“Monstruo”
“Demonio”
“Asesino”
—... Nunca... En mi existencia he sido visto como un arma... pero tú no me veías de esa manera, ¿Por qué las personas que me importan desaparecen? ¡Ya no recuerdo ni mi propio rostro! ¡Tengo miedo de olvidarte!
Ni siquiera vivir milenios me hace ajeno al amor, el amor es la espina que me provoca dolor y me recuerda que yo soy tan vulnerable como cualquier otro humano.
Soy algo al que los humanos llaman monstruo, pero ¿Por qué estos humanos no me eliminaron sabiendo que los podía matar?
Lo sé, no se deshicieron de mí por una sencilla razón: Solo un monstruo puede matar a otro monstruo, en vez de derramar sangre sin sentido, estos humanos me ofrecieron un mejor trato, obviamente, este trato fue impulsado por miedo que tenían a lo que soy: Un ser que no puede morir, una abominación que "asimila" otras formas de "vida" y puede convertirse en dicha forma de "vida".
Puedo ver el miedo reflejado en sus ojos. Puedo sentir esa mirada de desprecio ante este cuerpo mortal que oculta mi forma inmortal.
¿Por qué desperté en este momento? Porque la vida me arrastra a sus caprichos y para ese hombre dorado sentado en un trono no soy más que una herramienta, el cual ni siquiera él puede deshacerse para siempre.
He visto desde mi prisión como la humanidad alcanzaba las estrellas, estuve ahí cuando el Emperador forjaba su Imperio y también pude verlo postrado en su trono dorado.
Ahora sostengo el manto de Inquisidor del Ordo Xenos, únicamente por la curiosidad de mi propio origen... Pues aquel hombre dorado solo me dijo una cosa cuando fui liberado de mi prisión de tinieblas: Estrellas Ghoul.
Hace tiempo no tenía esta sensación de curiosidad, es como algo dentro de mis recuerdos me llevará hacia aquella región maldita de la galaxia, un lugar donde los demonios lloran y los ángeles se corrompen.
El precio para llegar hasta las Estrellas Ghoul es simple de decir: Cazar a todos aquellos monstruos alienígenas que se pongan en mi camino.
Hombre dorado, no estoy al servicio de nadie, pero al final todo a menudo sale cómo él quiere... Después de todo, ¿Cuánto poder has acumulado en tu Trono Dorado?
Solo somos una sombra de la "Santa Trinidad", ahora con un nuevo título.
Padre.
Hijo.
Espíritu Santo.
El Gobernante. El Emperador de la Humanidad.
El Guerrero. Constantin Valdor.
El Mago. Malcador.
El Conquistador. Lelouch Vi Britannia.
El Cazador. Inmo.
La Santa. Tanya Von Degurechaff.
No somos más que ruinas de una fortaleza destruida, pero incluso en esas ruinas se esconde algo anatema y solo conociendo el amor puedo entender el odio.
ESTÁS LEYENDO
Piezas rotas: Inquisición
Science FictionPara que la humanidad se gobierne a si misma se necesita una nueva Triarca, un nuevo orden desde las sombras. Lo que comenzó como mi fanfiction en Youtube, ahora está historia recibe su propio novela. Inquisición, porque la inocencia no prueba nada...