: Un beso feroz que finaliza con un mordisco en el labio, aliviándolo con un lametón.
La multitud en el salón principal era abrumante. Una capa de sudor perla las pieles que se exhiben con recato, en ese deseo por llamar la atención de cualquier ojo próspero, codiciado y apuesto alrededor. Es como los tiempos de caza: un ritual minucioso, siniestro, lleno de fluidos y ojos rojos. Hoseok no podía mentir (en realidad, nunca lo había hecho) disfrutaba tanto de la caza como la temporada más social del clan, solo por conocer las presas más interesantes, en cualquiera de los casos.
Un sin fin de fierecillas moviéndose delante de él con recato, balanceándose, uno tras otro, fingiendo que desconocen la clase de bestia que tienen cerca. Ahí, en el salón, cubo asfixiante de aromas afrodisíacos, la sangre le fluye con pesadez por las venas, anticipando los eventos que vendrán por la noche.
—Es mi percepción o... Esta noche, hay cosas poco interesantes.
—Fue tu decisión restringirte de las pastillas.
—Sabes las razones por las que decidí dejar de tomarlas.
—Bueno, supongo que sufres algún síndrome de abstinencia.
Chistó. —¿Cómo se supone que voy a casarme si no siento nada?
—Tienes que aprender a respirar, querida. Cierra los ojos, deja que llegue a la cabeza y sentirás como te arde en los pulmones.
Lo hizo. La escuchó inspirar, inflar el pecho y sentirse tensa. Hoseok supuso que al menos ese ejercicio le había hecho sentir algo, por mínimo que fuera, pero no lo suficiente para sentirse satisfecha.
—No tienes que cazar nada esta temporada, aún eres joven. La manada no tiene interés en que celebres un matrimonio después de esta noche.
—Lo sé, están viendo por ti, que solo juegas un rato debajo de las faldas sin nada serio, ¿que les haces?
—Eres demasiado joven para saberlo.
—Lo sé ¿por quién me tomas?
—En serio lo sabes? —La voz de Hoseok salió gutural, en amenaza. Su hermana no se retractó.
—¿Por quién me tomas, Hoseok? Los alfas no son los únicos que juegan a las escondidas.
—¿Está aquí? ¿quién fue?
—No los recuerdo a todos —Hoseok no podía descifrar si era verdad o estaba jugando solo con su orgullo de hermano mayor. Hizo las manos puños, solo por no hacer un escándalo que en verdad afectará la reputación de su hermana —Y aunque te dijera cada uno de sus nombres no podrás hacerles nada. Es repulsivo un alfa que golpea a un omega ¿no?
—Tú...
Ella se fue. Hoseok no podía creerlo, pero debería. Su hermana era... inusual. Con un anunciado repudio a las actitudes y la figura del alfa común y tradicional de los clanes y de su propia manada. ¿No era de esperarse? Pero... ¿entre ômegas? Era igual de repulsivo que pensarse con un alfa.
Igual, Hoseok no pensaba decir nada. No era su problema y no podía traicionar a su hermana si se lo había dicho como una confesión a medias. Hablaría con ella más tarde, quizás mañana, porque para entonces iba a ser difícil desprenderla del brazo de Kim Taehyung, el pequeño omega que, al igual que su hermana, se presentaba por segunda vez en la gala de medianoche.
Aquel omega era todo menos parte de su juiciosa selección de presas para esta noche. No por que no le gustara, El hermano mayor de los Kim era muy guapo en realidad y ni siquiera era menor que Hoseok, si consideramos que nadie en la sociedad se escandaliza por un matrimonio con seis años de diferencia entre los involucrados; si Hoseok tuviese que dar una excusa para justificar porque nunca lo ha asediado... diría, simplemente, porque se lo ha prometido a su hermana. No con él Hoseok, es un amigo de verdad y demasiado puro para que lo manches con tus costumbres de bestia. La fiereza risible de su hermana aquella vez, dejó de serlo justo en ese momento.
ESTÁS LEYENDO
ESOS BESOS TUYOS 吻 HOPEV
Fanfiction¡♡! hopev; os Me gusta tu risa, me gustan tus ojos, tus arterias, tus ramificaciones en mi cuerpo, el latido de tu corazón sobre el mío. Me gusta que tu alma y la mía se toquen en el aliento de los secos frutos y los besos tuyos. Contenido adu...