: Besos tentativos dados en la oscuridad.
—¿Y entonces? —preguntó al cabo de unos minutos en silencio.
Yo me encojo de hombros, como si no importara realmente lo que sucedería después. Me acomodo en el catre sin despegar mi espalda de la pared de ladrillos.
No puedo verlo. En esa oscuridad, no puedo distinguir más que su tensa figura imitando mi posición desde su lugar en la habitación. Sé que está semidesnudo porque desde que inició el verano no soporta dormir con el uniforme, hace un calor espantoso e incluso, si quisiera, yo estaría como él, pero hoy no es el caso.
—Me voy a ir, ¿qué clase de tarado eres?
—No vas a divorciarte.
La forma en la que lo dice es nauseabunda. No oculta lo molesto que le resulta saber que en cuanto salga el sol, volveré a mi vida de antes, esa que añore por cuatro años.
—No sé, depende...
Intentó bromear, pero él parece ensimismado en la situación.
—¿La extrañas mucho?
—No- no lo sé. Lo hacía como un loco —Confieso, un tipo de tristeza me ensordece las entrañas porque sé muy bien, que ya no lo hago.
—Está en desventaja. No va a poder convencerte de quedarte.
—No voy a dejarla.
—Dijiste que ibas a hacerlo.
—Porque me faltaban cinco años, ¿quién puede soportarlos?
—Tú no. Ni esos cinco ni los cuatro que has estado aquí.
Recrimina y como agradezco no poder ver la expresión insana que casi siempre me deja en jaque. Una parte de mí deseaba golpearlo, insultar hasta el cansancio por creer que tiene el derecho de cuestionarme. Supongo que después de tantos años de conocernos piensa que puede manejarse en excepciones, pero no pienso ceder más de lo que está sucia ratonera me ha obligado a hacer.
—No voy a divorciarme —digo fuerte y claro, la convicción en mi voz me sorprende un poco —Ya no tengo motivos para hacerlo. Es cuestión de salir de aquí y tomar terapia para olvidarme de todo y volver a ser como antes.
Y me interrumpe, no con ese sarcasmo que me pone los pelos de punta, si no con un sentimiento molesto que le hace sacar atropelladas palabras con dureza.
—Por favor, este puto hoyo delimita el antes y después.
—Pues yo no, Hoseok, porque sigo siendo el mismo.
La risa sale sin ganas al escucharme. Lo siento moverse un poco sobre el catre y temo que quiera acercarme a mi.
—Yo, Taehyung, soy tu después. Ella fue tu antes y sinceramente, creo que llevo la ventaja.
—Al carajo contigo Hoseok —Murmuro. Parecía que había esperado toda la conversación para recordarlo, y vislumbro una terrible sonrisa sumamente satisfecha en su cara.
No pienso escucharlo ni seguir hablando. Es la señal que tengo para quitarme el uniforme a tropezones una vez estoy de pie y meterme bajo las viejas cobijas recién lavadas. No hace falta decir nada más.
No quiero hacerlo.
Lo escucho respirar y cierro los ojos con fuerza, deseando quedarme dormido cuanto antes. Por supuesto, no lo logro, no puedo dormir ni siquiera con tranquilidad mi última noche aquí por culpa de ese imbécil.
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ESOS BESOS TUYOS 吻 HOPEV
Fanfiction¡♡! hopev; os Me gusta tu risa, me gustan tus ojos, tus arterias, tus ramificaciones en mi cuerpo, el latido de tu corazón sobre el mío. Me gusta que tu alma y la mía se toquen en el aliento de los secos frutos y los besos tuyos. Contenido adu...