And Our life is going on

Capítulo 1

Había sido una jornada bastante larga, las fotos para la campaña debían entregarse con dos semanas de anticipación previó a definir la fecha del lanzamiento. Gente de la oficina de su cliente estuvo presente en el set para verificar que la sesión y las tomas quedarán impecables. Era la primera de las campañas más grandes que habían podido obtener en su corta carrera como modelos, había sido un trabajo difícil pero gratificante. Si todo resultaba un éxito tendrían una mayor proyección y por lo tanto, la posibilidad de más contratos, mejores salarios y ahorros para su futuro.

El equipo de fotógrafos, maquillistas y gente de vestuario terminaban de recoger sus cosas mientras ambas recibían las últimas indicaciones de parte de la Srta. Solange. El fin de semana empezarían sus días de descanso y necesitaban ponerse al día con su agenda.

— Muy bien mis niñas, este trabajo resultó tan perfecto como esperaba. El pago ya está listo en sus cuentas y la próxima semana estarán de descanso. Aprovechen para ponerse al corriente con la escuela y descansen lo más que puedan.

Decía la mujer revisando en su tablet los últimos datos de una propuesta laboral que había llegado hace un par de días.

—Por cierto, ¿podrían preguntarle a su mamá si puedo hablar con ella mañana temprano? Me ha llegado una oferta de trabajo muy similar a la de Alemania y creo que es una buena oportunidad para ustedes. Solo que esta vez es un lugar más lejano, necesito platicar con las tres y tomar una decisión lo más pronto posible pues al parecer debo responder a más tardar el miércoles de la próxima semana— cerró la tablet mientras veía hacia donde ambas hermanas recogían sus cosas para salir del camerino.

— ¿Por qué no viene a desayunar con nosotros mañana a la casa? Estoy segura que mamá no tendrá inconvenientes y así podemos platicar con tranquilidad — le respondió la gemela de los cabellos plateados con una sonrisa.

— Yo también creo que debería venir a casa a desayunar con nosotras. A mamá le gusta charlar con usted y además preparará su clásico desayuno japonés de los fines de semana— agregó la gemela castaña con su seriedad característica.

La mujer sonrió encantada ante la invitación aceptando sin problema y subiendo con las gemelas y el guardaespaldas a la camioneta que las llevaría de regreso a su departamento. Eran buenas chicas y las consideraba parte de su familia; su madre era su mejor amiga y las había visto crecer y protegido de la voracidad de una industria tan sombría como en la que estaban metidas.

                                                                            ***

Rin terminaba de preparar el desayuno, sus hijas no tardarían en levantarse y seguramente lo harían con hambre. La noche anterior había logrado terminar los pendientes de la campaña en la que estaban trabajando en su oficina y también había logrado acomodar sus días de vacaciones al mismo tiempo que sus gemelas para poder pasar tiempo con ellas y salir unos días de viaje para olvidarse de la rutina.

De pronto el timbre de aquel pequeño departamento sonó y terminando de acomodar el desayuno se apresuró a abrir la puerta a su recién llegada visita.

— ¡Oh! Espero que no pienses que solo vine por el desayuno. — saludó con gran afecto a su anfitriona mientras esta le devolvía la sonrisa y dos figuras conocidas y un poco adormiladas aún por quedarse despiertas hasta muy tarde se hicieron presentes en el pequeño comedor.

— Buenos días Mademoiselle Solange — saludo una Setsuna con su tono parco de siempre.

—Hola Setsuna buenos días— respondió al saludo con la amabilidad de siempre mientras tomaba asiento.

—Hola Señorita Solange— agregó Towa después de un largo bostezo y de tomar su lugar en la mesa.

El desayuno fue tan ameno como siempre que la Señorita Solange las visitaba, después de haber lavado, secado y acomodado los platos se sentaron en la pequeña sala para hablar sobre la propuesta de trabajo que recién había llegado pero que su manager parecía tener  urgencia por plantearles.