︳𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏𝟐

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OH DIOS

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OH DIOS..

FUI UNA PRISIONERA DE MI RAZÓN..

QUERÍA LIBERARME A TRAVEZ DE LA SALVACIÓN..

SIN DIOS..

YA NO HABRÁ NECESIDAD DEL AMOR DIVINO..

POR QUE..

YA NO SOY..

UNA..

PRISIONERA..

La joven se removía incómoda en la silla, estaba atada, quiso gritar por ayuda pero el trapo en su boca lo impidió, no sabía cómo había llegado aquí, solo recordaba estar una fiesta cuando todo se volvió oscuro.

Al despertar noto que sus pies estaban atravesados con lo que parecía ser un clavos dejando un agujero muy notable, sus pies estaba llenos de sangre impidiéndole moverlos debido al dolor.

— kaori-san al fin despiertas — sonrió, poniendo nerviosa a la peli negra — creo que tengo que quitarte esto de lo contrario como podremos hablar —  se acercó quitando el trapo de la boca de la joven — ¿mejor?

— ¡ESTAS ENFERMA SUELTAME!

— ¡te puedes callar no soporto el ruido! — tapó sus oídos con molestia

La joven grito con más fuerza, si no fuera por que había recibido una bofetada por parte de la rubia que nuevamente había puesto el trapo en la boca de la peli negra.

La rubia se alejó de la joven caminando hacia una mesa donde había varios instrumentos de tortura.

Tomó un bisturí, notando su reflejo en el, la rubia hiso una muñeca de disgusto al notar su labial corrido, tomo su labial usando el bisturí como espejo.

—  ¿como puedo cometer estos errores? mi labial se corrió ¿puedes creerlo? — sonrió, moviendo un poco el bisturí notando ahora el reflejo de la joven, tenía lágrimas en sus ojos — sabes cuando hablabas de esa forma tan horrible hacia mi físico siempre lloraba a mares me preguntaba del por qué el odio sin sentido hacia a mi...

La rubia camino hacia la pelinegra, tomó su barbilla bruscamente.

— ¿aun recuerdas cuando me cortaron la cara? — el cuerpo de la joven tembló provocando que la rubia sonriera — claro que lo recuerdas bueno.. yo te are sentir lo que yo sentí cuando lo hicieron

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