Sangre Bendita

Capítulo 45: Paz

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En ese momento se abrieron las puertas al mundo exterior, y los tres fueron recibidos por los victoriosos.

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Neville Longbottom nunca había sentido tanto miedo mientras corría por los pasillos de Hogwarts. La lucha, al menos para los sobrevivientes, acababa de terminar con el último Mortífago rindiéndose o siendo capturado, los refuerzos acababan de ingresar al castillo para brindar atención médica, los sistemas Flú estaban respaldados y se estaba brindando asistencia médica a todos los que lo necesitaban. Todo iba bien... excepto por el hecho de que Harry seguía desaparecido, Dumbledore y Voldemort fueron vistos por última vez enfrentándose, Excalibur estaba actualmente en su mano derecha, y una explosión había sacudido el castillo minutos antes.

Así, el miedo invadió la mente del muchacho. ¿Y si hubiera pasado lo peor? ¿Y si al entregar el arma legendaria su mejor amigo hubiera resultado gravemente herido... o incluso muerto? ¿Y si la guerra aún continuaba... si necesitaba ayuda y llegaban tarde otra vez ?

Apartando estos pensamientos de su mente, el heredero de Longbottom llegó a las dos grandes puertas y miró hacia atrás a aquellos que estaban a solo unos pasos detrás de él. El resto del personal de Hogwarts, Ojoloco, Tonks, Hermione y Luna lo respaldaban, todo lo que tenía que hacer era abrir la puerta. Con un gruñido de esfuerzo y sintiéndose tan dolorido como parecía, el adolescente abrió la barrera restante y entró lentamente en la habitación devastada .

El suelo estaba hecho pedazos, las paredes tenían más cráteres, grietas y daños que todo el resto de la fortaleza junta, las marcas de quemaduras ennegrecían casi todas las superficies... pero una estaba sola. El niño-que-vivió, defensor de los inocentes, campeón, héroe del mundo se situó por encima de los dos magos más poderosos del siglo pasado... victorioso.

"¡H-Harry!"

Un rostro cubierto de cortes y moretones se volvió hacia ellos, asintiendo levemente en reconocimiento. Por un breve momento, Neville se sorprendió de que su mejor amigo todavía estuviera vivo en este momento. Su ropa estaba destrozada y quemada, la sangre prácticamente se acumulaba debajo de él debido a las heridas demasiado numerosas para contarlas, y era prácticamente imposible encontrar piel intacta o sin magulladuras.

Sin embargo, todavía estaba de pie. Contra viento y marea, contra todo lo que se le ha echado encima a lo largo de los años, un chico se puso de pie.

Luna y Hermione cruzaron la habitación en un santiamén, sin siquiera dudar en lanzarse a él en un abrazo grupal. Afortunadamente, Madam Pomfrey lo siguió para brindar ayuda a quien había arriesgado su vida para salvar a tantos.

"Vamos, hazte a un lado, puedes abrazarlo en un segundo, necesito verificar si hay algún... bueno mortal... er... bueno, necesito ver qué tan mal está".

De mala gana , las dos chicas se separaron y se quedaron de pie nerviosas mientras la medibruja comenzaba un tratamiento ligero y recuperaba algunas pociones para que bebiera. Mientras tanto, los otros que se habían unido a ellos se movieron hacia los dos individuos caídos, la mayoría hacia el Señor Oscuro para asegurarse de que permaneciera en el suelo mientras McGonagall y Tonks iban hacia el Director.

"¿Cuántos? ¿Cuántos... perdimos..." susurró Harry.

"Ahora nada de eso. Has salvado innumerables vidas Harry. Esta era una guerra de la que nunca saldríamos ilesos..."

"Pero no fueron los soldados los que murieron... fueron los niños..."

El corazón de McGonagall se compadeció del niño, mientras su varita apuntaba al hombre mayor sentado con la espalda apoyada en unos escombros.