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La semana había sido una tortura para el pálido. El terminar su álbum, realizar secciones fotográficas, pre-grabar algunos shows, programas, entrevistas, ir a secciones de selección de atuendo y maquillaje, lo tenían agotado y con eso su genio estaba de perros.

Todos los días llegaba a alrededor de las 2 o 3 de la madrugada (si es que llegaba) para salir de nuevo a las 6 de la mañana con apenas una ducha y un café encima, y realmente no podía más. Solo quería acostarse y dormir hasta que el estar en la cama le resulta se incómodo.

Pero la vida tenía otros planes para él.

Guardando el auto en el garaje entra a su hogar, por la puerta hacia la casa que hay en este. Todo se encuentra en oscuras y silencioso. Deja las llaves sobre la pequeña mesa al lado de la puerta, y con toda la intención de subir al cuarto, es detenido cuando la luz de la sala y seokjin está sentado con cara de pocos amigos mirándole fijamente. Yoongi cierra los ojos y trata de calmarse para lo que se avecina.

Llegas tarde - seokjin dice totalmente serio, y con su voz algo ronca.

Lo sé, pero hoy teníamos que terminar otras cosas - yoongi le responde sin moverse de dónde estaba.

Sabe que seokjin está furioso, y quiere evitar cualquier tipo de pelea, porque está seguro de que esta no terminará bien.

Cuando saliste está mañana te pedí que llegarás temprano, te lo recordé un par de veces en la tarde y mírate, son las tres de la mañana - seokjin le responde, al pálido con la rabia subiendo por su sangre.

Lo sé, lo sé, pero no podía llegar temprano - el pálido responde algo cortante, jugando con la paciencia de su esposo.

No hiciste si quiera el esfuerzo Min - respondió de forma tajante, molestando a yoongi.

Qué sabes tú? - yoongi responde con la paciencia abandonando su cuerpo - trate de mover algunas cosas pero no pude, no olvides que soy un trabajador más - le dice a él castaño.

Un trabajador con demasiado poder, si hubieses querido podrías haber salido más temprano - seokjin dice gritando un poco y acercándose hacia el pálido - hoy tenemos que ver a los niños, y lo sabías - seokjin dice cuando ya está cerca de el pálido.

No lo he olvidado - yoongi dice apretando los dientes.

Pues no parece, yo me las he arreglado con el trabajo hoy, he adelantado algunas secciones y apesar de estar cansado...- el castaño no puede seguir, porque es interrumpido por la potente voz del otro.

Por favor seokjin, tú solo tienes que pararte y posar no se de qué cansancio hablas, cuando no haces algo agotador - yoongi dice con rabia, la cual abandona totalmente su cuerpo al ser consciente de lo que dijo, y de la mirada dolida de su esposo - jinie yo no quise... - pero esta vez el pálido si es interrumpido.

No, si quisiste - seokjin habla casi con un hilo de voz.

No, de verdad no quise yo - el pálido dice intentando acercarme a el castaño, pero este se alejó rápidamente de su toque - solo no he estado durmiendo bien me llevaste al límite - lo último lo dice en susurro, muy apenado por lo que ha dicho.

Por eso mismo te he pedido que salieras temprano, sé cómo eres y apesar de que hubieras dormido hasta la tarde, el estrés de la semana y el cansancio te tendrían de mal humor, pero veo que no sirvió de nada - seokjin dice ahora con tristeza, dejando el lugar en silencio.

Lo que ha dicho el pálido realmente le ha dolido, no solo adelanto secciones, también tuvo que salir corriendo de estás para arreglar un problema de dirección en su restaurante principal. Llevaba tiempo sin ir y apesar de que Baek era un excelente suplente, habían cosas que solo el dueño podía solucionar. Y el pensar que su esposo no veía eso como mínimo es fuerzo le dolía.

Amor... - yoongi dice al ver la cara de su esposo.

Está bien, no olvides que tenemos que irnos a la una, trata de estar listo antes - seokjin dice empezando a caminar hacia el segundo piso - dormiré en el cuarto de invitados descansa - habla mientras sube las escaleras.

Jinie, jinie amor lo siento - dice el pálido, pero es ignorado por seokjin, dejándolo parado en el comienzo de las escaleras. Escuchando como una puerta es cerrado, soltando un suspiro empezando a subir hasta el segundo piso. Cuando está arriba camina hasta su habitación para ver si ahí está el castaño, cuando ve el lugar totalmente vacío, camina hasta la única habitación que estaba amueblada (ya habían sacado algunos muebles de las demás).

Cuando gira la perilla de la puerta nota como está tiene seguro. Apoya la cabeza soltando un suspiro, para después volver hasta la habitación matrimonial, la ha embarrado y tendrá que arreglarlo, pero no en ese momento, sabe que ha lastimado a su esposo y ahora el solo querría estar a solas. Así que cuando está en su habitación, cambia su ropa por el pijama, entrando a la cama, sintiendo al instante lo fría que está estaba sin la presencia de su amado esposo. Necesitaba arreglar la cosas o no dormiría, y esta vez no sería por el trabajo.

Nuestra FamiliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora