- Oh Monalisa, pagaría por verte fruncir el ceño - murmuró aquel ojiverde viéndola sonreír perfectamente a la distancia.
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Sí ella tuviera las palabras adecuadas para decir y expresarlo... es lindo pensar q...
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Forcing laughter, faking smiles Same old tired, lonely place Walls of insincerity, shifting eyes and vacancy Vanished when I saw your face.
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Cate Gianni
Me encantaba hacer las compras, ya sea ropa o para abastecer la despensa, sea lo que sea era una cosa que disfrutaba bastante.
Como ahora, que estaba dibujando en la comodidad de mi hogar y Scott me llamó a invitarme a ir con él a comprar la despensa, obviamente yo salí disparada en dirección a mi amigo.
Comprar con alguien era lo mejor.
- ¿Scott, donde dejaste tu auto? - le pregunté divertida al verlo mirando a todas partes bastante perdido.
- Estoy un setenta porciento seguro que es aquí - me dice con seguridad.
- Eso dijiste dos pisos mas abajo y mirá, ya estamos en el cuarto - le respondí burlona - ¿Como se te olvido? El mío esta en el quinto piso, mejor activa el mando a distancia Scotty.
Dicho y hecho, el carro empezó a sonar en la misma plaza que el mío, él me miro apenado mientras yo luchaba por respirar a través de la risa.
Aunque la risa se me fue al momento que el frasco de leche salió rodando y apareció segundos después con marcas de garras.
No me bastó mas de una respiración para salir corriendo sin mirar atrás, agradecía que mis botas las tenía lo suficientemente moldeadas para que no hicieran ruido cuando quería, y hoy era un momento perfecto.
En ningún momento miré hacia atrás, quiero decir, quiero a Scott y me preocupo por él, pero seamos sinceros el es un hombre lobo, con súper fuerza, velocidad y resistencia.
Yo solo tengo bonitas botas, excelente gusto para vestirme y largas piernas para correr.
Además, sí el lobo feroz nos quería comer, que se comiera a Scotty primero, tiene mas masa de donde le pueda encajar el diente.
¿Yo? yo me vuelvo puro cabello y huesos, que el chico se las arregle como pueda.
Al rato sentí como Scott corría en la misma dirección y se ubicaba al lado mío detrás de un coche.
- ¡Ah no, hermano! consigue tu propio lugar - le recriminé mientras controlaba mi respiración y latidos.
¿Estaba asustada? como él infierno que si.
¿Iba a morir hoy? Oh no, no es mi día!
Me levanté corriendo nuevamente, dejando mi gabardina atrás en modo de despiste a mi olor y empecé a golpear los autos para que sonara la alarma, Scott imitó mi acción y se fue por otro lado, mientras yo buscaba otro lugar para esconderme.
