El olor a petricor.

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Para un mejor experiencia se recomienda escuchar las siguientes 2 canciones mientras disfrutas de la lectura:

•Tango yo Evora de Loreena Mckennitt.

•Una Donna Sa de Leopold Gillots-Laforge.

Estábamos ahí, en el l invernadero. Jamás pensé que sería lugar para lo que estaba a punto de suceder...

El estaba cuidando de sus plantas, con tanto cuidado, cariño y esmero como siempre, como si fuera lo único que importara en el mundo...

En ese momento pense que era extraño que verlo de esa forma hiciera crecer un deseo tan grande dentro de mi, pensaba que quizá era el exquisito olor a petricor que emanaba de la lluvia que comenzaba a caer sobre nosotros.

Quizá era está misma que siempre me pareció de cierta forma... Inexplicablemente erótica.

Tiempo después lo entendí...

No sabía lo que estaba a punto de hacer pero sabía que no podía dejarlo pasar por más tiempo.

Abrace por la espalda al alto y delgado chico que se encontraba conmigo, de puntillas me pare para susurrar en su oído -Por favor tocame con la delicadeza que lo haces a tus plantas-.

Este de forma lenta y pausada se giró hacia mi encontrandonos en el contacto visual más profundo y desbordante de deseo, en ese momento todo lo que nos rodeaba desapareció.

Ni siquiera nuestras mejillas y nuestros labios enrojecidos por el frío que ahí hacia, pues su mirada me daba todo el calor que necesitaba para estar bien.

Cómo si estuviésemos conectados ambos nos acercamos al mismo tiempo para dar comienzo al que sería sin duda el mejor beso de mi vida.

Entre jadeos y suspiros nos despojamos lentamente de nuestras ropas, nuestras penas y nuestros prejuicios.

En la tierra mojada el me acariciaba tal cual hacía con sus plantas... Jamás me sentí tan protegida, tan amada y tan en calma.

-Es la dualidad que nos acompaña- pense, porque al mismo tiempo me inmiscuia en un deseo y una locura jamás experimentados.

Bastó una mirada de súplica entre gemidos arrastrados que el chico entendió de forma inmediata para que este se uniera a mi... Con cada movimiento de sus caderas nos volvíamos un todo.

Al terminar de la forma más linda e inesperada el se acercó a mi con un susurro en sus labios -te amo- y con eso me basto para entender todo...

Me encontraba bajo el hechizo de aquellos ojos verdes.

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⏰ Última actualización: Aug 08, 2023 ⏰

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