Captulo 2

8 2 2
                                    


Capítulo 2:

Con el tiempo aprendió que algunas cosas no podía solucionarlas. Tenia la idea loca de solucionar cada problema que se le presentaba. Nunca se detenía hasta lograrlo, y eso terminaba por destruirlo poco a poco. Porque, cada vez que intentaba arreglar algo, terminaba devastado o herido. Eso no estaba bien, y logro comprenderlo. Tardo un poco, pero al final del día lo hizo.

Ahora, cada vez que se le presentaba algún problema veía si podía solucionarlo, si no había nada que hacer, lo dejaba ir. O esperaba un tiempo hasta encontrar alguna solución.

Pero también había cosas que se le iba de las manos.

Por ejemplo, el no poder mejorar su día.

Por más que trato de respirar para calmarse o el de encontrar algo que reemplazara su enojo, no pudo. Así que, ahora tenia un cumulo de problemas que hacia un lio en su cabeza. Primero fue la bendita alarma, la cual tenia que sonar a las seis y media, y termino por sonar dos horas mas tarde. Después, no estaba su café. Por último, pero no menos importante, llegaba tarde a su trabajo.

Ama la responsabilidad, todo su cuerpo grita "responsabilidad".

A todos sus trabajadores les fomenta la puntualidad y la organización. No podía permitirse llegar tarde. Cada trabajo para este día fue planeado con antelación, una tarea no cumplida en el día de hoy afectaría al siguiente día.

Hoy no era su día.

Pobre el que se cruce por su camino.

Lo único que deseaba al llegar a su oficina era ver a todos trabajando, realizando sus pendientes. Hoy no era un día para enojarse porque alguien decidió faltar a sus deberes.

Fue un gran deseo.

Por un breve momento aprecio el sonido de las teclas de las computadoras.

Su felicidad duro poco, porque al parecer sus empleadas no entendían que se encontraban en hora de trabajo y no de descanso.

Su poca paciencia termino.

"¡Pónganse a trabajar!" grito mientras caminaba hacia su oficina. Las secretarias, al oir el grito de su feje, empezaron a correr a sus lugares.

Louis mantuvo su mirada en la única persona que no se inmuto por su grito. Eso hacia que se enojara más. Ese chico.

"¡Contesten ese maldito teléfono!" por ese pequeño momento se dejo de escuchar el repiqueteo de las teclas, nadie respiraba. Y el sonido de ese teléfono seguía sonando porque nadie se atrevía a levantar la voz.

Hasta que un alma piadosa lo hizo.

Louis dejo su puerta abierta. Aun lado de su escritorio termino por lanzar su saco y su maletín, sin importarle el desorden que provocaba.

Unos minutos después por esa misma puerta que ingreso, apareció ese chico.

Alguien valiente. Louis lo apreciaba.

"Aquí tiene su café, señor Tomlinson. Y, por acá tengo su lista de todos los pendientes" Louis tomo el vaso de café. Pudo acomodarse en su silla para disfrutar de esa bebida adictiva.

Mientras que Harry colocaba una hoja sobre su escritorio.

"Acomode todas las reuniones para que no se acumule".

Alison tenía razón al decir que su nuevo secretario era eficiente. Ahora mismo podría ir y darle un gran abrazo a su amiga.

Harry había logrado calmar esa ansiedad que parecía no irse nunca más.

You and me until the endDonde viven las historias. Descúbrelo ahora