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⚠️ Contenido explícito ⚠️

Yeosang estaba harto de disimular que no notaba las miradas de lástima que le daban sus compañeros por los pasillos; el rumor de que él y San habían roto inundó las bocas de los universitarios en un santiamén dejando al hermoso muchacho siendo el incómodo centro de atención.

—Maldito Choi San, idiota, idiota, idiota.

Aventó sus zapatos a cualquier lado en una rabieta bien justificada. Nadie sabía el verdadero motivo por el cual el rubio, catalogado como el más atractivo en su facultad de repente evitaba encontrarse con quién fuera su novio desde la preparatoria después de un fin de semana de peda. Los rumores decían que Choi San le había puesto el cuerno al rubio en aquella fiesta, aunque eran chismes de pasillo estaban muy bien fundamentados tomando en cuenta que San persiguió a Yeosang desde la primera hora del lunes hasta que ambos discutieron un miércoles debajo de las gradas de la cancha de Futbol, lugar donde para variar habían tenido uno de sus tantos momentos románticos de pareja los primeros meses de su relación.

Recordar el momento en cuestión solo hizo que Yeosang gruñera en su habitación. La tarde del domingo después de la desastrosa fiesta Wooyoung le había buscado para pedirle disculpas también, había llegado a su departamento con sus típicos lentes de resaca y con la cruda moral más grande de sus días universitarios. Él le prometió que ni siquiera se acordaba de haber besado a San aquella noche y Yeosang al conocer a Jung Wooyoung alcoholizado le creyó fácilmente. Pero con San...

Estaba borracho Yeo, no actué en mis cinco sentidos.”

Yeosang tenía claro que todo era producto del alcohol, pero seguía muy herido como para volver a ser el mismo con San, no era sólo el haber compartido un beso de tres con su novio y otra persona sino que había visto cómo su novio se comía a su mejor amigo en sus narices sin notar su ausencia.

—Ush, yo también sé besar así de rico.

Se quejó haciendo pucheros con los labios. Lo que había sucedido había lastimado su autoestima pero no quiso admitirlo, era el muchacho más guapo de su facultad así que no tenía por qué sentirse de ese modo pero al mismo tiempo la idea de que las personas en las que más confiaba lo estaban traicionando no se iba, las redes sociales parecían haberse enterado de lo que pensaba y su feed estaba lleno de cosas como:

" Red flags en una relación/amistad que no debes ignorar. "

"Si amas a dos personas quédate con la segunda..."

Storytime de la vez que me comí al novio de mi ...”

Estresado decidió dejar el internet a un lado, en su lugar se miró a través del espejo de su tocador encontrándose con el enorme oso de felpa desparramado sobre su cama, él no quería sonreír ya que sabía que venía de parte del estúpido idiota de su novio pero el detalle fue difícil de ignorar.

—Jodido idiota.

Murmuró concluyendo que lo perdonaría sólo hasta que recuperara por sí mismo la autoestima que lo sucedido el sábado le había quitado. Reprodujo en su celular una canción de Lana del Rey, hacía mucho que no realizaba la rutina de auto apreciación pero ahora la necesitaba así que con su canción favorita se desvistió quedando en ropa interior misma que fue reemplazada por un encantador boxer de encaje que a San-

No, nada de San. Choi San no existía en ese momento, sólo era él y su osito de felpa al que le sonrió a través del espejo meneando su trasero coqueto. Sacó de su armario una botella de Smirnoff y comenzó a beber mientras se analizaba minuciosamente el cuerpo. Se puso de espaldas y observó su trasero el cual manoseó haciéndolo temblar debido a su volumen, sonrió aprobando lo que hallaba de sí mismo, y continuo echando una mirada sus bonitos muslos hundiendo su dedo índice en ellos para comprobar su firmeza.

Osito De RegaloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora