𝐔 𝐍 𝐎

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𝑬𝒍 𝒉𝒊𝒍𝒐...𝒀 𝒍𝒐𝒔 𝒔𝒖𝒆ñ𝒐𝒔.

Un Mes después

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Un Mes después.

Elaila.

El olor a café se impregna a mi nariz con rapidez cuando las puertas del despacho se abren para darle paso a mi padre, quien carga a cómo puede un total de tres cajas apiladas con desorden.

Me acerco a él, entre risas contagiosas tras verlo luchar por no dejar caer ninguna—y así evitar la ira de mi madre—Dejo las cajas tras el mostrador y ese olor a flores recién entregadas contrarresta el amargo de la cafeína.

—¿Mucho trabajo?—.Indaga papá y yo niego, de espaldas a él mientras me dispongo a anotar la entrega nueva en el cuaderno, poniéndolo al tanto de que solo había sido dos personas quienes hicieron las primeras compras de la semana.

—...Y fueron la señora Rousell y su nieta—.Le indicó con cierta gracia, se podía decir que aquella mujer era la cliente más frecuente del lugar—por no decir la única

Al ser una cafetería y a la vez una floristería bastante alejada de los centros de comercio comunes, las ventas para nuestro negocio era de un veinte por cierto menor que lo acostumbrado, aún así, a ninguno de los tres nos afectaba a tal punto de vernos en la necesidad de contar con dos o más trabajos alejados de este. Después de todo, la venta en flores y café a sido el sustento familiar por más de cinco años...

—Cuando regrese tu madre hazle saber que e apartado un pedido.

Mi cejo se arruga con extrañeza al escucharlo, me volteo a verlo, curiosa y sobre todo confundida al no ser costumbre tener tales pedidos personalizados.

—¿Un pedido?—.Papá asiente, orgulloso ya que de seguro a sido él quien lo prepara y me lo deja saber cuando comienza a alardear.—No es costumbre tener ese tipo de apartados.

—Y me e lucido con ello—.Su sonrisa se ensancha con coquetería mientras finge quitarse una tusa invisible del hombro.

Lo escucho atenta cuando me explica de quien es el pedido, dándome los detalles de que a sido un joven—Quizás de mi edad o menor por el tono de su voz—a dejado el recado a nombre de un hombre el cual papá supone que es el tutor del extraño, por lo que tendría que hacer una serie de preguntas antes de entregar las flores y demás.

Política de seguridad que tomamos tras algunos errores pasados—todos mi culpa

—No te olvides de cambiar la maceta de lo que acaba de llegar, si puedes guarda el café en los estantes o dile a tu madre—.Un beso en mi frente seguido de unas caricias fue lo que recibí gustosa luego de aquellas órdenes.—Ten cuidado y llámame si necesitas ayuda, regresaré antes de la cena–.Papá asegura, sale del recinto aún sonriente, lo veo agitar su mano con ánimos a través del vidrio de la tienda y yo le correspondo del mismo modo hasta que no soy capaz de divisar rastro alguno de él y el auto.

❝ 𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄 ❞ [𝒮𝑜𝓊𝓉𝒶 𝒦𝒶𝓌𝒶𝓉𝒶]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora