[̲̅⁠$̲̅⁠(̲̅ DETRÁS DE LA MÁSCARA (BRAHMS HEELSHIRE X T/N)[̲̅⁠$̲̅⁠(̲̅

Nada Fue Real

En cuánto siento que vuelvo a respirar abro mis ojos, mirando rápidamente a mi entorno.

Dándome cuenta de que estaba recostada en el sofá de la sala... Todo fue tan extraño en un momento estoy hablando con Brahms. Y en el otro el ya estaba apunto de matarme

No entiendo que estoy haciendo... El puede matarme, y lo hizo parecer que el puede hacerlo sin siquiera usar su fuerza.

Me levanté rápidamente del sofá y pasé saliva, mi garganta se siente como el demonio.

Miraba que en la pequeña mesa de al lado habían unos sandwiches de mermelada y mantequilla. De nuevo, no pienso aceptar esa disculpa.

Caminaba hacia la cocina por un vaso de leche tibia. La verdad puedo estar siendo cruel, pero se merece que sea así... Estuvo apunto de asesinarme cuando yo solo quise ayudarlo.

Aunque no puedo irme, prometí que cuidaría de el y de la casa... Y para ser sincera el ya se ve un poco grande como para ser cuidado por una niñera...

Dejando de lado esos pensamientos solo estaba caminando hacia la habitación de brahms, estaba ahí el muñeco de porcelana sentado en el suelo con varios juguetes destrozados. Solo suspiré y recogí aquellos juguetes dejándolos en una caja con cuidado.

-No es gracioso, Brahms.

Estaba callada mientras miraba por la ventana y el clima estaba helado, incluso se podría decir con facilidad que caería una maldita nevada.

Y en cuanto giré mi rostro hacia el muñeco, estaba sentado en la cama completamente arropado, supongo que se sentía triste o enojado

-No puedes quedarte solamente en la cama por el resto del día, Vamos.

Tomé en brazos a el muñeco y le daba pequeñas palmadas suaves en la espalda y justo después estaba mirando que hacer.

-Veamos... El clima está muy frío como para salir... ¡Ah!. Recordé que el señor heelshire guarda ropa para caballero, estoy segura de que encontraré algo para ti.

Mencioné con calma mientras caminaba con el muñeco en brazos, al parecer las cosas volvían a ser como antes, Pero no me explico cómo fue que Brahms apareció frente a mi...

No podía dejar atrás a brahms. Por ende es mi obligación ahora. Claro, si esto podía verse como un trabajo normal.

Al llegar a la habitación de el señor heelshire volteo a ver aquellos trajes, curiosamente eran de la talla para brahms, Y no estoy hablando de el muñeco.

- ¿Brahms?...

De nuevo, Nadie respondió.
Aunque recordando mis primeros días como niñera, la comunicación con el era mucho mejor cuando utilizaba las hojas de papel y mensajes, no pude evitar sonreír

-muy bien...

Aún con el muñeco en brazos caminaba hacia la habitación de brahms, colocándolo sentado en la cama infantil. Dejando también una hoja y una pluma de tinta negra y punta fina. Salí de aquella habitación cerrando la puerta y esperando con calma

-Hey brahms, ¿sigues molesto?

Hice aquella pregunta mientras esperaba una respuesta escrita. Supongo que la respuesta sería obvia. Claro que está molesto... Y ese coraje lo causé yo misma...

—No...

Esa palabra en negación me causó un fuerte impacto. Mi cabeza estaba dando vueltas y supe aquí que el ya no estaba enojado. Quizás el estaba triste.

- entiendo...

En realidad no estaba entendiendo nada de la situación. Y solo estaba sacando conclusiones de lo que pasa en su mente. Cuando el posiblemente no sienta nada de lo que yo creo.

— abrazo...

Quería un abrazo. Pero, cómo le daría un abrazo si la puerta estaba cerrada... La única manera de solucionar esto es abrir la puerta y descubrir quien de los dos quiere el abrazo ojalá sea el... Convivir con un muñeco es muy extraño cuando te das cuenta que el verdadero es de carne y hueso