DRAGON BLOOD, jacaerys velaryon

━ 007 : get marry

chapter seven . . .
❛ 𝗚𝗘𝗧 𝗠𝗔𝗥𝗥𝗜𝗘𝗗 ❜

Miles de preguntas atormentaban la cabeza de Rhemmarys, ¿Como era esto posible? Hace tan solo tres meses ella había dejado la Fortaleza roja y con ello a su familia. La muchacha tenía claro que Helaena iba a contraer matrimonio con Aegon, al igual que ella lo haría con Aemond, pero le costaba creer el contenido de la carta que tenía entre sus manos, le era inevitable mirar con sorpresa e incredulidad la invitación al matrimonio entre sus hermanos, ¿Acaso se trataba de una broma? Aunque no lo admitiera en voz alta siempre deseo que ese compromiso no se llevará a cabo, pues sabía perfectamente que Aegon no era el hombre con el que su pequeña hermana quisiera casarse, desde niñas ambas soñaban que algún día llegase el príncipe azul en su rescate, y en definitiva el hermano mayor de ambas no era uno.

Pero el matrimonio entre ambos Targaryen no era lo único que le molestaba, sino también el hecho que esta era la única carta que recibió desde su llegada a Poniente, una tristeza inmensa la invadía al tan solo pensar que su madre la consideraba ahora una traidora, y su corazón se partía con la sola idea de que ahora su familia le diera la espalda. No lo entendía, por más que enviara carta tras carta nunca obtenía respuesta, y cuando al fin parece obtener una, no se trata más que de una formalidad en la cual dejaba en claro que ella y el resto de Targaryen estaban invitados a la gran celebración.

─ ¿Te encuentras bien, niña? ─ pregunto Daemon con burla pues para el había sido un deleite ver su rostro ante la noticia.

Rhemmarys sonrió falsamente ─ Mejor que usted, anciano ─ a Luke se le escapó una carcajada mientras que otros contenían su risa, enfureciendo aún más a Daemon.

─ ¡Lucerys! ─ regaño Rhaenyra por lo bajo.

El castaño sonrió con inocencia para luego encogerse de hombros.

─ ¿Esta todo en orden? ─ Rhemmarys giro su rostro encontrandose con la mirada de Jacaerys, quién tomo su mano sobre la mesa, la pelirroja mordió su labio en señal de nerviosismo y se apresuró a apartar su mano.

─ Si Helaena y Aegon contraen nupcias eso solo significa que falta poco para que yo... ─ la muchacha dejo al aire su susurro y se puso de pie de golpe llevándose las miradas consigo ─ Con su permiso, me retiro ─ se apresuró a abandonar la habitación sin esperar respuesta.

Jacaerys la siguió con la mirada, una pequeña punzada ya se hacía presente en su pecho, el tiempo se le agotaba, pronto ella lo sabría y de seguro terminaría odiandolo.

Tal vez ese era el futuro del agua y el fuego, tal vez no estaba en su destino juntarse.

─ ¡Jace! ─ el castaño salió de su burbuja al oír el llamado de su madre quien señalaba con la mirada la puerta ─ ¿Que esperas para ir tras ella? ─ su hijo asintió de inmediato dispuesto a seguirle los pasos pero Baela no tardo en interrumpirlo.

─ Iré yo, Rhaenyra ─ la Targaryen se apresuró en levantarse de su lugar e ir detrás de la Hightower.

La morena mordió su labio con nerviosismo al ver a su querida Rhemma tomar aire en medio de los pasillos, no habían tenido otra conversación luego de lo sucedido dias atrás.

─ ¿Que demonios haces aquí? ─ escupió la pelirroja con veneno en su tono, no estaba de humor para aguantar a la querida y perfecta Baela.

La morena intentó disimular, fingiendo que tales palabras no le habían afectado, pero vaya que le había dolido ─ Algo te pasa, Rhemmarys, puedes engañarlos a ellos pero no a mi, no a la persona con la que compartiste tanto.

La Targaryen miro enfurecida a la muchacha y esta no tardo en notar sus ojos llorosos ─ Tú dejaste muy en claro que yo ya no soy tu asunto aquella noche que me destrozaste, ¿Que más quieres de mi Baela? ¡¿Qué más?! ─ la Velaryon dio unos cuantos pasos más acortando la distancia entre ambos cuerpos.

Las lágrimas no tardaron en asomarse en los ojos violeta de Baela ─ Sabes que eso no fue así, Rhemma...

─ No se atreva a llamarme así, princesa ─ interrumpió con furia para luego acercarse aún más al rostro de Baela, ambas tan cerca que podían sentir su aliento mezclarse entre si ─ Me casare pronto, Baela, y juro que olvidaré que alguna vez te conocí, juro por los siete Dioses que tu no seras más que un simple recuerdo ─ Dio por finalizado para luego apartarse de la princesa con brusquedad sintiendo una pizca de satisfacción al ver como las lágrimas de la morena corrían por sus mejillas.

Lo que ambas princesas no sabían era que la conversación no había sido privada sino también escuchada por cierto muchacho de cabellos marrones que a pesar de todo salio en busca de Rhemmarys sin saber que ese había sido el error del cual más se arrepentiria el resto de su vida.