☆ Capítulo 1

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Xiao Dejun era sólo un joven omega de veintiún años cuando quedó en cinta del hombre quién pensó, sería su alfa destinado. 

Y es que si bien las cosas habían sido hermosas en un principio, era bien sabido que por muchos problemas que los involucraron a ellos y a sus padres, las cosas nunca pudieron ser, por lo que antes de que Dejun pudiese decirle a su pareja que estaba esperando un bebé, el alfa simplemente quiso poner distancia; y con eso, su ruptura. 

Recuerda con mucho dolor los nueve meses que tuvo que enfrentar solo y con su pequeño cachorrito el cuál crecía cada vez más dentro de su barriguita. Preocupado y asustado por lo que pudiera pasar en un futuro, sus padres le solían advertir que ahora que esperaba un hijo del alfa al que parecían odiar en un principio, fuera a buscarlo y a contarle la noticia ya que de lo contrario, sería Dejun quién terminaría sufriendo ante los ojos de la sociedad y de toda esa gente que estaría dispuesto a dañarlo por el simple hecho de ser un omega solo y preñado por un alfa irresponsable. 

Al cuál seguramente, le habría de estar yendo bien ahora que estaba soltero. 

Y del cual, desgraciadamente, Dejun jamás volvió a saber nada. 

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"¿Qué diablos crees que estás haciendo?"

Al momento de escuchar el fuerte golpe sobre su escritorio, el pelirosa se levantó. Miró asustado a todos lados y después de acomodar sus gafas, vió temeroso al hombre cansino y amargado el cual no dejaba de verlo con bastante desprecio. 

"¿Acaso he dicho que duermas, Xiao?" Continuó sin deshacerse de ese semblante tan arisco que tenía. 

"Perdóneme jefe, yo sólo estaba..."

"¡Haciéndote el flojo!" Recrimina furioso "¡Eso es lo qué haces!"

Pero el pelirosa sabía que eso no era cierto.               

La razón por la que se había dormido no era por perezoso, más bien, era porque la noche anterior había estado cuidando de su pequeñito el cuál había enfermado horriblemente y tras haber sido él, el único que podía hacerse cargo de su bebé, no pudo dormir nada hasta que su hijo tuviera signos de mejora. 

Y cuándo lo había hecho, ya sólo quedaban dos horas para volver al trabajo.  

"Disculpe..." fue lo único que pudo decirle "No volverá ocurrir ya que yo sólo estaba..."

"El hecho de que seas un omega padre soltero no te da el derecho de que vengas aquí a chantajearme" regañó el jefe al ver las muy notables ojeras del pelirosa "Se muy bien lo difícil que es cuidar hijos pero mínimo debiste ser tú quien previniera éstas cosas ya que por lo que se..." el hombre se inclinó un poco hacia él para susurrarle "El alfa y padre de tu hijo ni siquiera se interesó en conocerlo y hacerse cargo de él".

"Eso es algo que a usted no debería importarle..."trató de defenderse. 

Pero al oír aquello, su jefe solamente se molestó más. Dejó las pilas de folders que traía consigo y una vez que el omega se asustó, este le sonrió con malicia para luego murmurar. 

"Pero lamentablemente vivimos sabiendo que omegas cómo tú no sirven para absolutamente nada" sonrió vil y despiadado "Así que mejor cállate y haz bien tu trabajo, de lo contrario ve olvidándote de  esos favores que he estado haciendo por ti cada que tienes que salir a buscar a tu hijo".

Y antes de que pudiera decir algo más, aquel hombre horrible se marchó. 

Hasta este punto, los gritos y regaños de aquél alfa hacia Xiao Dejun no habían pasado desaparecidos por sus compañeros de trabajo que al ver cómo aquel hombre había abandonado la sala, algunos de los omegas que habían estado rondando por ahí, se acercaron preocupados cuando vieron al pobre pelirosa comenzar a sollozar y temblar de impotencia. 

"Ese hombre es un loco..." musitó uno de sus compañeros de trabajo, Jinyoung "¿Quieres que te ayude a organizar tus trabajos para que puedas descansar?"

"No... no puedo tomarme el lujo de hacer eso ahora que me han regañado".

"Pero se nota que no has dormido nada desde ayer". formó un puchero "Anda, déjame ayudarte en lo que duermes un poquito más".

Entonces una vez Jinyoung tomó algunos de sus expedientes, este suspiró. Sabía lo difícil que era trabajar en estas condiciones, pero no había de otra. 

Había vivido tanto maltrato y abuso por parte de su jefe, pero aún si quería irse y renunciar, la verdad era que no habría nadie más dispuesto a darle un empleo con un salario bueno cómo en el que estaba actualmente, mucho menos uno dónde no se le negara trabajar por el simple hecho de tener un hijo y estar soltero. 

"Créeme que si pudiera..." hizo una pausa para mojar sus labios secos "me habría salido de este trabajo cuánto antes". 

"Este lugar es horrible, pero no tienes que olvidar que tienes un pequeño de siete años el cuál requiere de muchos cuidados y tú al estar soltero, eres el único que puede trabajar para poder sacarlo adelante".

"Lo sé, y es por eso que eje soportado tanto, aunque me esté muriendo por dentro" dejó que su peso cayera sobre su silla giratoria y suspiró "Mi pequeño Minhang debe estar bien, y yo debo esforzarme lo suficiente para no preocuparlo por mi deteriorado rostro y mi cansancio extremo". 

"Dime, ¿No has pensado en conocer a otros alfas?"

"¿Conocer a otros alfas siendo un papá soltero?" la idea de por sí le parecía ridícula "Eso es imposible".

"¡Claro que no! Tienes veintiocho años, eres joven aún". Jinyoung trató de sonar animado

"Pero tengo un hijo, ¿Lo olvidas?" dijo desanimado "Ningún alfa en su sano juicio tomaría una responsabilidad tan grande cómo lo es criar de un cachorro que no es suyo y tú bien sabes que dicen de los padres solteros" le miró con cierta desilusión "Nadie podría mirarme nunca de la misma forma en la que me veían antes..."

O al menos como me veía él... 

Quien seguramente jamás se tomaría el atrevimiento de volverlo a buscar sabiendo que hasta la fecha, ya habían pasado siete largos años. 

"Yo sé que si, ¿sabes por qué?" le preguntó con una linda sonrisa "Porque eres el omega más lindo, amoroso y tierno que jamás he conocido. Y estoy seguro que si te lo propones, podrás encontrar a un alfa que esté dispuesto amarte tanto cómo tú lo mereces".

Esas palabras de algún modo lo lograron tranquilizar. 

Vió a Jinyoung dejar las carpetas y una vez se puso de pie, despidió a su amigo no sin antes dejarle un pequeño cupón de un café grande y un pequeño pan. Seguramente si tomaba eso, tendría más fuerzas para seguir trabajando. 

Dejun sabía lo mucho que costaba recibir esos cupones por lo que al tomarlo, agradeció a su amigo con una sonrisa y se puso de pie para ir a canjearlo. 

Siendo que durante su ida a la cafetería de la empresa, la idea de poder conseguir un alfa tras haberse separado hace siete años no salió de su cabeza; y esperanzado de que esto pudiese ocurrir, tomó su teléfono y sonrió al ver el fondo de pantalla en donde se podía ver a él mismo y a su pequeño osito muy juntos y amorosos. 

«Si tan sólo te hubieras quedado un poco más a mí lado...¿Qué tan diferente hubiese sido todo?».



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Espero les guste mucho esta nueva historia!!

Dad's Secret || HenXiaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora