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Si pudiera hacer una última petición antes de cerrar este capítulo solo te pediría que me guardaras en tu corazón, como el primer amor de tu vida... solo si eso es lo que fui para ti, o guárdame como la chica que te rompió el corazón cuando me miraste abrir la hoja que Javier me entregó a la salida y yo grité: Sí, como alguna vez lo hice cuando me lo preguntaste.
Sabes, si tuviera un último deseo antes de morir quisiera regresar a uno de los días en la primaria, ya sea en la época en la que te conocí o en la que éramos un desastre amoroso dejando dudas por todos lados, como esa vez que tus compañeras me emboscaron en el baño de la escuela para saber si me gustaba Javier Sanchez.
Puedes culparme si en algún momento te admitiera que tenía sentimientos parecidos por ambos pero luego entendí que mi corazón se inclinaba más por ti que por él.
Por eso saber que ya no querías saber nada de mí porque te gustaba America o Laura, tal vez ambas (no te culpo) me duele mas que picarme con la aguja de la maquina de coser por distraída, me duele más que todas esas veces que mi novio de secundaria dejó que sus amigos me hicieran sentir estúpida, me hicieran sentir impotente y que todo terminara como ya me lo había imaginado más de una vez en mi cabeza.
