Not devil

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No estaba muerta, me fui corriendo al hospital por un dolor horrible en el brazo y pecho del lado izquierdo, un problemita por los medicamentos que ya me dijeron no me los puedo tomar juntos (jamás me advirtieron eso) pero, ey, ya estamos de vuelta ಡ⁠ ͜⁠ ⁠ʖ⁠ ⁠ಡ traigo más drogas en las venas que sangre, así que a darle. -Garo mientras canta I Will survive

Casi me mata del susto y cuando pasé a urgencias, y la veo con su suero, botellas de medicamentos y demás parafernalia me dice: "Quiero unas emperador de nuez y un juguito de manzana, ve a la tienda porfa y lo metes envuelto en tu chamarra" Por favor esta vez el castigo es para la loca esquizofrénica. -Ángel

Advertencias que ya se saben (pasar a prólogo si no las recuerdan, ahí están todas)

Disclaimer: Obra de ficción fanática sin fines de nada más que entretenimiento, los personajes pertenecen a su autor.

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Jin Ling no había experimentado nada como lo que estaba sintiendo en ese momento, entre las ganas de llorar y golpear a Sizhui, la risa por lo absurdo de todo, pero también ese horrible placer que encontraba en el dolor, su propio dolor.

Tanto la madera que le rozaba el pecho quemando su carne, como el enorme miembro que entraba sin piedad dentro de él, cuando la ardiente extremidad se encajaba en su interior juraba que su estómago, intestinos y todo lo que tenía dentro se desplazaba. Pensó que Lan Yuan quería convertir sus entrañas en un batido cómo el de la víctima que usó para alimentarlo.

Los dedos largos del enigma se encajaban en sus glúteos sin piedad, con las uñas abriendo su carne y dejando sendas rojas de las que provenía ardor recalcitrante. Las náuseas por lo profundo que estaba siendo penetrado así como el asco producido por lo que estaba haciendo y con quién lo estaba haciendo le hizo toser varias veces mientras daba arcadas.

Aberrante, asqueroso, indigno... aún así las muy densas feromonas que llenaban todo el cuarto eran imposibles de evadir, ni la forma en que sentía que entraba en ese tortuoso calor del celo, el peor de todos, si tan sólo pudiera perderse como los omegas y entregarse sin pensar nada sería genial, no obstante el suyo era un celo consciente. Eso era lo peor, sabía que estaba pasando, su mente no se iba totalmente al deseo ardoroso de tener un alfa.

Era estúpidamente lúcido, malditamente inteligente.

Su cavidad empapada entre sus líquidos y el preseminal caliente, las terribles embestidas, hasta la forma en que el pene enorme y duro, tan caliente palpitaba en su interior era tan perceptible. Miró hacia abajo y pudo ver cómo el líquido viscoso transparente con tramos blanquecinos y algunas gotas de sangre  caía desde detrás como una cascada manchando todo el suelo, su propia erección secretando, también apreció la forma en que el falo de Lan Yuan picaba su interior formando un bulto terrorífico, como si buscara abrirle la piel y salir por ahí, sería capaz.

Para hacer más horrible la experiencia al punto en que los escalofríos llenos de cosquilleo por el placer se combinaban con los desagradables, escuchaba los jadeos del otro por encima de su cuello, cuando lo habían hecho antes no estaba alterado, quizá ahora lo hacía por la furia de sentirse humillado o tal vez que se le pusiera en contra verdaderamente lo excitó.

Un jodido enfermo lo estaba follando, si no fuera poco, él también estaba trastornado para dejarse.

Frustrado apretó los puños, intentaba que su boca no emitiera sonido, pero era casi imposible, cada vez que Sizhui le penetraba sólo podía gritar y no sabía si era por la forma en que taladraba su próstata o el dolor húmedo tras esa sensación cuando profundamente tocaba partes que se suponía nadie iba a tocar jamás, excepto tal vez su hijo.

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