Seis

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Seok-jin realmente estaba sorprendido, pestañeaba repetidas veces tratando de averiguar si lo que el mocoso había dicho era real.

— Tú..— rompió el silencio dándole una mirada asesina a Jeon quien simplemente sonreía de manera maliciosa.— ¡Pretendes aprovecharte de esta subnormal!

Vaya.. Si me estaba defendiendo prefería que cerrará la boquita.

— ¿Aprovecharme?— arqueó una ceja mientras mordía su labio inferior.— Aradia sería la que se aprovecharía, la conozco perfectamente y si se me da la gana me la follo frente a ti, viejo dramático.

— Crío, cierra la boca un momentito.— recomendé de lo más molesta.— En primer lugar, tú solo llevas escasas semanas aquí.. Un mes completo para ser sincera, No me conoces nadita. Segundo, si estás como un conejo en celo te me vas del departamento.— hizo un gesto indignado y abrió la boca para hablar, pero volví a interrumpir.— ¡Tercero! Deja de molestar a seok-jin y respétalo.

— Noona..— murmuró con el entrecejo fruncido y bufé.— ¡Bien! Me votas del departamento, está bien.. Me voy.— odiaba lo resentido que era este ser. Comenzó a caminar hasta desaparecer de la cocina.

— Dios mío..— seok-jin chilló y la luz de la cocina parpadeó llenándolo de susto— hay, dios mío... No me jodan, recién acabo de ver una película de terror.

— Es el mocoso.. Inconscientemente, eso pasa cuando está chillando cuál bebé o está molesto.— hablé de manera tranquila mientras tomaba rumbo a la nevera.

Una ensalada de frutas ahora era buena opción.

— ¡Es el mismísimo demonio!— gritó y entonces entendí qué si era algo dramático.— Aradia debes alejarlo, pero ¡Ya!.

— seok-jin, cállate y respira. El mocoso es tan indefenso como un bebé.— comenté mientras tomaba algo de fruta.

Si las luces parpadeaban, era por qué, después de todo, no se había marchado.

— Ya no quiero dormir aquí.— su voz reflejaba lo asustado que estaba y rápidamente cerré la nevera.

¡El mocoso no ganaría.!

— No, tú no te vas.. Ya coordinamos seok-jin. Te quedas a dormir y punto final.— lo amenazaba mientras movía mi dedo índice en su dirección.

— ¿Dormiré contigo?— preguntó y sonreí asintiendo.— vale, pero no quiero problemas con ese crío celoso y posesivo.

— no tendrás ningún problema, confía en mí.

Dormir temprano fue tan complicado, seok-jin se movía mucho y casi me botaba de mi propia cama

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Dormir temprano fue tan complicado, seok-jin se movía mucho y casi me botaba de mi propia cama. Claramente, le devolvía los golpes.

Por otro lado, el crío no había venido a mi habitación ni a reclamarme ni a pedir permiso para dormir conmigo, como había agarrado de costumbre.

My Desired Boy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora