One-Shots | KamiJirou

| Mosquito.

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JIROU

El segundo año ha llegado a su fin, por lo tanto llegaron las vacaciones, ya hacía falta un descanso. Las clases habían estado muy pesadas, y los entrenamientos ni hablar, así que para relajarme un poco me encerré en mi habitación y empecé a reproducir a Deep Dope.

Me dejé llevar un poco por las canciones y no me habría dado cuenta que ya era hora de cenar si no fuera por un mensaje de Yaomomo.

《Yaomomo》

<Jirou, ya es hora de la cena.>

<Gracias Yaomomo, ya bajo>

Pausé el reproductor y me cambié, estaba en short y ni loca bajaría así, encontré un pantalón para ponérmelo y bajar.

Cuando llegué al comedor la mayoría de mis amigos ya estaban comiendo o sirviendo su plato, me fui a la cocina y me serví mi plato para irme a sentarme con Yaomomo y los demás.

– ¡Oye Jirou! – habló, o más bien gritó una eufórica Toru – ¿Tienes planes para estas vacaciones?

– Mmm, la verdad no, mis únicos planes son mantener mi existencia – respondí mientras comía un bocado de mi comida.

– ¡Pues ven con nosotros! – habló Mina a mi lado - Los padres de Yaomomo nos han prestado una casa de playa, y además... – se acercó a mi y susurró – vendrá Kaminari.

Procesé la información e inmediatamente sentí mi rostro arder.

Moví mi cabeza bruscamente hacia los lados tratando de negar lo que fuera que estuviera planeando,

– ¡Ya les dije que olvidaran esa cuestión! – aparté mi mirada hacia mi comida – Ya párenle.

Así es, debo decir que me habían estado jodiendo con Kaminari solo porque en una de las pijamadas que hemos hecho admití que él me parecía atractivo por su sonrisa, su personalidad, sus ojos y hasta por sus bromas y ya creen que me gusta.

Pero no es así.

– Sabes que eso no pasará, pero igual, ¿vienes o no? – preguntó Uraraka.

La pensé un poco, estar allá podría ser mejor que pasarla encerrada aquí, a parte la tranquilidad del mar ayudaría a relajarme.

– Está bien – fue lo único que dije para continuar con mi comida.

– ¡Perfecto! – festejaron Mina y Toru.

Y con eso comenzaron los preparativos, muchos no irían porque ya tenían planes y los demás se apuntaron a la salida.

Acordamos en irnos mañana entre las diez u once de la mañana, y nos fuimos todos a nuestras respectivas habitaciones; cuando llegué a la mía busqué mi maleta para empezar a empacar todo lo que consideraba necesario.

Comencé buscando ropa fresca, mi pijama, algunos productos y otras cosas más.

Estaba analizando que podría faltarme pasando mi mirada de la maleta al armario y del armario a la maleta, hasta que vi que tenía algo en un rincón del armario, me acerqué y lo tomé, era una bolsa y dentro tenía un bikini.

Ahora que lo recuerdo, me lo regalaron las chicas por una ida a piscina, pero nunca me lo puse por lo que aún tiene la etiqueta de la compra.

¿Debería llevarlo?