La noche en la discoteca había sido intensa y llena de emociones encontradas para Gema. Cuando salieron del lugar, los cuatro amigos se encontraron en la acera, todavía emocionados por la música y el ambiente festivo que habían experimentado.
Andrea se sentía emocionada y nerviosa a la vez. Había decidido que era el momento de sincerarse con Gema sobre sus sentimientos. Pero también estaba asustada por cómo Gema reaccionaría y si eso afectaría su amistad.
Marta y Denís parecían eufóricos, riendo y compartiendo anécdotas de la noche. Gema notó cómo Denís miraba a Andrea con cariño, lo que le hizo preguntarse si entre ellos había algo más que una simple amistad.
El grupo decidió ir a un bar cercano, donde pudieran hablar más tranquilamente. El ambiente era relajado, pero Andrea no podía quitarse de la cabeza la idea de abrir su corazón a Gema.
Finalmente, mientras los demás hablaban y reían, Andrea se acercó a Gema en un momento de calma y tomó una profunda respiración.
- Gema, hay algo que necesito decirte - dijo Andrea con voz temblorosa.
Gema la miró con curiosidad y le dio una cálida sonrisa. - Claro, Andrea, dime lo que sea.
Andrea sintió un nudo en la garganta, pero decidió seguir adelante. - Gema, desde hace tiempo he estado sintiendo algo más que amistad por ti. Me he dado cuenta de que estoy enamorada de ti.
El corazón de Gema dio un vuelco y sus ojos se abrieron sorprendidos. Nunca se había imaginado que Andrea sentiría algo así por ella.
- Andrea, yo... no sé qué decir - balbuceó Gema, sin saber cómo reaccionar ante la confesión.
Andrea bajó la mirada, sintiéndose vulnerable. - Lo entiendo si no sientes lo mismo. No quiero arruinar nuestra amistad, pero necesitaba decírtelo.
Gema tomó la mano de Andrea con ternura. - Andrea, eres una persona maravillosa y aprecio mucho nuestra amistad. No sé cómo procesar esto en este momento, pero quiero que sepas que valoro mucho lo que tenemos.
Andrea asintió, sintiendo un nudo en la garganta. - Gracias por escucharme y por seguir siendo mi amiga.
Mientras tanto, Marta y Denís conversaban animadamente en la mesa cercana, ajena a la conversación que había tenido lugar entre Gema y Andrea. Sin embargo, Gema sabía que esta no sería la última vez que hablarían de esto.
La noche continuó con un aire de emoción y nerviosismo entre Gema y Andrea. Aunque la incertidumbre sobre el futuro de su amistad seguía presente, también había una sensación de alivio por haberse sincerado mutuamente.
El grupo decidió bailar y disfrutar de la música, tratando de dejar de lado la tensión que había surgido entre Gema y Andrea. Sin embargo, el ambiente festivo no lograba disipar completamente las emociones que estaban experimentando.
Cuando finalmente llegó el momento de despedirse, Gema y Andrea se abrazaron con cariño. Aunque las cosas habían cambiado entre ellas, ambas sabían que la fuerza de su amistad seguía intacta.
Mientras caminaba de regreso a casa, Gema se sintió abrumada por las emociones y pensamientos que inundaban su mente. Sabía que necesitaba tiempo para reflexionar sobre todo lo sucedido esa noche y entender sus propios sentimientos.
El camino de vuelta a casa fue silencioso, cada uno perdido en sus pensamientos y emociones. La incertidumbre sobre el futuro de su amistad seguía presente, pero también la esperanza de que, sin importar lo que sucediera, siempre tendrían un lugar especial en el corazón del otro.
Una vez en casa, Gema se sentó en su cama y dejó que las lágrimas fluyeran. Estaba confundida y asustada por la revelación de Andrea. No sabía si debía tomar un riesgo y explorar sus propios sentimientos hacia su amiga o mantener las cosas como estaban y arriesgarse a perderla.
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Destinos tejidos por el azar
Romance"Destinos tejidos por el azar" es una cautivadora novela de romance adolescente que nos sumerge en la vida de Gema, una joven trabajadora y ocupada en la bulliciosa ciudad. A medida que avanza en su día a día, conoce a Andrea, una chica misteriosa q...