Senku caminaba con velocidad a través de los fantasmales pasillos del recinto que de día se veía tan alegre y lleno de vida, pero que ahora solo podían escucharse sus pasos, aunque sabia que no estaba solo, se sentía como un pequeño siervo siendo siendo acechado por un enorme felino de melena dorada.
Él comenzó a correr como podía, la sentía cada vez más cerca, no iba a poder escapar, pero era peor quedarse, pues la que en el pasado había sido su alumna por orden del director, ahora lo acosaba de manera brutal.
Sintió algo metiéndose entre sus pies mientras corría, había logrado alcanzarlo, con la cara en piso y ante la sonora risa de su persecutora, el se quedo inmóvil, sentía que podía escuchar su corazón a través de su pecho, sus piernas temblaban y el sudor frio se hizo presente mientras ella lo observaba acercándose por delante para tomarlo del cabello y tirarlo para que la vea a la cara.
-Hola, Senku. ¿Como estas el día de hoy, bonito?- Le saludo con una sonrisa ladina que hizo que tragara saliva a la par que un escalofrió recorría su espalda.
El se quedo petrificado, quizás debería haber advertido esta situación antes con sus compañeros o profesores, pero es la hija del director, quien le iba a creer semejante comportamiento.
-Que pasa, Amorcito, el Gato te comió la lengua? Rio sola ante aquel chiste.
-Pues tu serias una Leona- Le dijo por lo bajo, graso error.
-Que dijiste, bastardo?- le grito tomándolo del cuello y atrayéndolo hacia su cara mientras ejercía una leve presión en la mano que lo sostenía. –No me vuelvas a decir así o…-.
Quizás debería haberse quedado callado, pero el orgullo y el hartazgo pueden nublar el juicio de hasta el mas sensato.
-O que?- respondió el peliverde como pudo.
Kohaku tomo su mentón y le estampó un beso en los labios, apretando bruscamente su cara mientras lo hacia, la ojiceleste tenia odiaba ese tipo de contestaciones. El contrario ofrecía resistencia, por poco pudo zafarse. La miraba con temor, mientras quiso huir nuevamente sintió algo impidiéndolo; ella lo había tomado de la bata. Quiso quitársela, todo pasaba muy rápido, intento quitársela, pero un jalón se lo impidió. Ella estaba de pie nuevamente, y el a su merced, tenia que escapar aunque fuera inútil.
-Por que debes complicar tanto las cosas, Bastardo? me da pena lastimar esa carita tan bonita- le dijo mientras pasaba lentamente su mano por su mentón y mejilla. –Es una lastima que seas un bicho raro, serias buen juguete- le comento mientras ponía ambas manos alrededor del cuello como si fuera a ahorcarlo.
El cuerpo del ojirojo parecía querer desvanecerse, cada segundo que pasaba ella cruzaba mas los limites. El sudor caía de su frente. No podía contar con que alguien vendría, ella era la encargada de cerrar la escuela los viernes , estaban solos en aquel edificio, en todo el complejo mejor dicho. Estaba solo, era su presa, lo sabia, debió haberse ido cuando Taiju se lo pidió, se lamento para su adentros.
Intento tomar su teléfono de su bolsillo, cosa que molesto a Kohaku de una patada en su mano ella logró que soltará su móvil, lo tomo del cuello de la bata y lo estampo con fuerza hacia la pared, sentía estallar de dolor su ser, su mano le ardía al igual que su cabellera, y su espalda había visto mejores días.
-Sabes, me harte de que no entiendas mis indirectas- le dijo de manera fría la Leona.
Ella lo empujo hacia el suelo y intentó correr, siendo empujado a base de golpes hasta llegar frente a los baños. Le tomo del cabello y lo obligo a entrar con el, La ojiceleste enterró sus uñas en su pecho , arrancando y destrozando su camiseta, dejando algunas tiras de lo que esta había sido.
-Que mierda estas haciendo, Loca- Le grito Senku.
-A quien le dices loca, bicho raro- respondió con un golpe en el estomago que lo empujo a uno de los cubículos del baño. –veamos cuanto dura ese orgullo tuyo- se lanzo hacia el, comenzó a besar su cuello enardecida, mordiendo con algo de fuerza.
El contrario, que había permanecido impasible hasta ese momento, sintió de golpe un mar de emociones. comenzaba a excitarle la manera en que ella le mordía el cuello, con locura admitiría que le comenzaba a gustar eso. Ella estaba disfrutando del dañarlo. los gemidos que el lanzaba hicieron que ella comenzara frotar su intimidad con la pierna del científico, Siguiendo el juego, acompañaba su moviendo, buscando complacer la rubia.
La amazona por su lado, había enterrado las uñas en su pecho y espalda, dejando arañones bastante profundos, decorándolos con besos y chupetones por encima, hasta que se harto de la misma posición, por lo que lo tomo del cabello, estirándolo bastante.
-Ey, que te pasa?- le pregunto el ojirojo.
Ella lo arrastro hasta su intimidad mientras lentamente subía su falda. –Usa esa boca para atenderme en ves de quejarte-.
Senku se sonrojo un poco ante esa petición, pero obedeció sin chistar hundiendo su cara entre las piernas de la rubia, comenzando a besar desde del interior de los muslos subiendo lentamente hasta llegar a su vulva , comenzando a besarla lentamente mientras subía el ritmo poco a poco, cosa que ella negó impaciente, tomándolo de la nuca y hundiéndolo en ella, buscando satisfacerse.
Ni siquiera intentaba ahogar los gemidos, ella vociferaba sin miedo, aumentando aun mas la excitación de Senku, el cual se ya había perdido completamente en aquella persona que le había hecho imposible su vida en los últimos meses.
Ella sintió que iba a terminar, por lo que tomo al joven científico del cuello, ahorcándolo levemente. Lo volvió a estampar hacia una de las paredes y con su mano restante lo fue desnudando, cosa en la que el ayudo mientras su cara se calentaba. Y aunque había dejado de resistirse hace rato, Kohaku no se confiaba, manteniéndolo sometido.
-Mas te vale que puedas complacerme con esto- Le dijo mientras tomaba el miembro de el en sus manos, guiándolo a su necesitada entrada.
Se sentó sobre Senku montándolo de manera salvaje mientras el trataba de resistir como podía, ella sentía que estaba cerca, por lo que aumento el ritmo, a la par que enterraba sus uñas en la espalda del joven, mordía su clavícula ahogando sus gemidos y haciendo que el soltara los propios.
La amazona se libero, llegando al clímax y soltando por fin a Senku el cual no recuperaba del todo se sensatez, pero en cuanto se vio libre, uso la poca fuerza que le quedaba para girar a la leona, la cual al estar encima suyo se le hizo bastante sencillo, pensando que ahora el seria el que se divertiría.
Paso la mano por su vientre, subiendo lentamente y apretando los pechos de la rubia, mientras con su otra mano hizo lo contrario, descendiendo hasta llegar a la entrada de ella, metiendo rápidamente los dedos en ella, antes que Kohaku se lo impidiera, la rubia que aun estaba sensible gomia ante los toques del peliverde, el cual sonreía ante las caras que ella ponía.
-Miserable, que piensas que haces- le dijo con molestia la rubia.
-Te devuelvo el favor- Se limito a decir mientras seguía con lo suyo.
-Te voy a matar cuando me sueltes- amenazo en tono serio y lúgubre.
La respuesta del científico fue aumentar el ritmo, metiendo ambos dedos con precisión, buscando el punto en el cual Kohaku empezaba a tambalear sus piernas, Ella gemía de manera cada vez mas irregular, indicando que estaba dando en el blanco.
Siguieron así unos minutos hasta que la rubia volvió a venirse, esta vez en los dedos de su enamorado secreto, aunque de la emoción, le dio un codazo en el pecho que lo noqueo casi al instante, por lo que tuvo que vestirlo y fue a dejarlo en su laboratorio, que durmiera en unos de los sillones de allí, le costaba un poco caminar, dado que había sido su primera vez.
Dejo al científico en su club pensando que mañana podría buscarlo, pues tenia la llave de la escuela, y no habría nadie por ser fin de semana, claro que esto ultimo lo recordó el lunes cuando iba de camino a la escuela.
Gracias a Val_myria, amiga te debo bocha que siempre le pongas la mejor para ayudarme en corregir las cosas que escribo.