Prólogo

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La luna iluminaba las calles de Blue River, un pueblo grande, de clima frío, con muchas casas, y gente agradable. Por esas calles, un hombre alto, de mirada severa y robusto, llevaba de la mano a una pequeña niña de seis años llamada Melanie, hacia una mansión ubicada al fondo del pueblo. Ambos se detuvieron al frente de la puerta de entrada, y el hombre la golpeo tres veces. Unos segundos mas tarde, una mujer joven y sonriente abrió la puerta.

- Hola, Aston. ¿Ella es Melanie? -La mujer acarició el cabello negro de la pequeña.
- Sí, es ella. ¿Donde está Carl?
- Esta adentro. Sigan, él los está esperando.
Los tres entraron a la mansión, era bastante acogedora. La pequeña miraba a su alrededor, intentando conocer el lugar. Cerca de la chimenea, su mirada se concentró en un señor, parecido a él que la había llevado a aquella casa. El señor también posó su mirada en Melanie, y después habló.
- Entonces... Esta es mi nueva hija -Dijo el hombre con voz ronca.
- Sí, señor - Respondió Aston - Es Melanie.
- Ahora, es Melanie Willow. Bueno, Aston, muchas gracias por traerla. Mary... -El hombre miró a la mujer - Quisiera pasar un tiempo a solas con ella.
- Por supuesto, señor Willow- Mary se retiró con una leve inclinación de cabeza.
- Adios, Carl - Aston también dejó el lugar.
El señor Willow y su hija adoptiva se miraron durante unos minutos, hasta que por fin, él le dedicó una sonrisa.
- Bienvenida a tu nuevo hogar, bienvenida a mi familia.

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