39 Rutina

236 6 1
                                    

No podía creer lo rápido que mi paciente se había terminado toda esa comida, era obvio el por qué estaba tan masivamente gordo, pero no entendia muy bien el por qué se había dejado ir asi, realmente nunca lo pregunte solo hacia mi trabajo, regresaba a casa y eso era todo, hasta que un día, ya teniendo más confianza con Erick le pregunte
•Te voy a preguntar algo, si te incomoda simplemente dilo o dime qué pare
+¿Y ahora de que hablas?
Dijo esperando alguna broma que solíamos hacernos mientras pasábamos tiempo juntos
•Queria preguntarte, ¿Por qué? Es decir, ¿como llegaste a subir tanto de peso? Y ¿Por qué no intentas bajar?
+Oh eso ...
•Si cruce la línea solo dilo, lo entiendo
+No, no está bien, pues es complicado y un poco raro
•Tengo meses conociendote y se lo raro que eres, ¿que sería peor que tú gusto por las papas fritas con helado?
+Sabes que es una combinación deliciosa, y si, es más raro que eso
Me contó todo, sinceramente no supe que decir, había peleado toda mi vida con mi peso, siempre alguien ahí para recriminarme lo que comía, mi peso, mi apariencia y ahora resulta que a la gente le gusta, sentí como mi cabeza de revolvía y cuando volví en mi pregunte
•Pero ¿Por qué? Literalmente no te puedes ni levantar
+Eso solo es un bono extra, además creo que sabes muy bien el por qué...
•¿De que hablas?
Señalo mi vientre mientras decía
+Por la comida, el sabor tan embriagante que te hace querer más y más, me encanta comer sin parar y sin preocuparme
Mire mi vientre y tenía razón, yo sabía el por qué, en tan solo unos meses ya había subido de peso, pero ¿Cómo?
Al volver a mi casa esa tarde empecé a reflexionar, claro, deje de ir al gimnasio para poder trabajar, tenía la misma rutina que Erick solo que yo aún podía moverme, todas esas veces que comía con el mientras veíamos videos o alguna película había tenido sus consecuencias, me había puesto gorda, otra vez, no tanto como en mi adolescencia pero así se empieza, con un vientre más abultado y esas lonjitas a los lados, me sentía asqueada pero al mismo tiempo emocionada por lo otro que Erick me había contado, el hecho de que incluso pesando lo mismo que el o incluso más, habria gente que me consideraría hermosa y me tratarían como a una diosa, me imaginé a mi misma como una gigantesca bola de grasa y el asco desapareció, me sentí súper exitada y mi respiración se aceleró, al llegar a mi casa lo primero que hice fue masturbarme en el sofá mientras pensaba como sería si pesará 300 kilos, toda la comida que podría comer y lo suave que sería mi cuerpo, después me bañe y sin pensarlo ordene un par de pizzas, por fin podría comer lo que yo quería sin preocuparme, era la primera vez en mucho tiempo que me sentía llena de verdad y adore esa sensación, queria esto a diario, Erick me había liberado, de una forma tan extraña que me hizo sentir algo más, algo como amor...

🍰🍫El Chico Ideal🍫🍰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora