Un grupo de amigos nunca llegaron a pensar que la llegada de un circo a su ciudad , iba a cambiarles tanto sus vidas, te invito a vivir una aventura llena de emociónes ( amor, amistad, miedo, traición...) una historia en la que todo puede pasar, co...
—¡¿CUANTO FALTA?!—gritó Lucy con desesperación. —¡Calla!—le ordenó Jasón—No llames la atencíon, has conseguido que todos empiecen a mirarte. —Perdón, es que estoy muy nerviosa y esta fila es enorme. —Tranquila—la tranquilizó Marco—seguro que esto irá rápido, en nada estaremos dentro—dijo Marco mientras miraba toda la fila de personas que le quedaban. —En serio tía, aún no me creo lo que nos has contado, menuda suerte la nuestra—le dijo Bella a la chica de las coletas con ilusión. —Si, hemos tenido muchísima suerte—sonrió Lucy—ahora solo nos falta esperar toda esta fila. Mientras que Lucy observaba los grandes muros rojos con una línea grande amarilla en la parte de abajo y con faroles blancos arriba de las columnas, se dio cuenta de que el payaso de la otra noche estaba adelante observando la gran fila que había, ella se acercó un momento para volver a decirle las gracias. —De nada—respondió el sujeto mientras se alejaba hacia la parte de la entrada. La niña quería seguir hablando, pero sabía que el payaso tendría mucho trabajo. —¡Al fin dentro!—Grito Lucy de alegría como si hubiera sacado un diez en todas las materias de clase. —Pues si, madre mía la fila que hay para entrar, hemos tardado como una hora en poder pasar las puertas de entradas—dijo Violeta mientras miraba toda la fila de la cuál ya han salido. Marco agarró la cabeza de Violeta e hizo que mirara hacia adelante, tanto ella como los demás se quedaron boquiabiertos al ver la maravilla que tenían ante sus ojos. Enfrente tenían tres carpas gigantes con líneas rojas y blancas, en la entrada de la carpa del centro, había una multitud de gente intentando entrar adentro, la entrada estaba compuesta de un arco dorado muy brillante.
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Habían a sus alrededores varios puestos de comida, subenires, juegos... luego en el lado derecho, a unos metros de ellos, veían cuatro arcos los cuáles cada uno tenía dibujos alrededor del muro que los sujetaba, los que estaban más al fondo tenían dibujos de globos de colores, el siguiente muro tenía dibujos de patas de perro y pájaros, los cuáles eran de un color marrón muy oscuro y el último arco tenía dibujos de engranajes y tuercas, los arcos eran gruesos y estaban hechos con los mismos materiales que los muros (de ladrillo), estaban pintados con pintura roja menos por la parte de arriba que eran de un color grisáceo, en dos de ellos se podían ver montañas rusas desde lejos, los otros dos no se apreciaba bien lo que había adentro. Por el lado izquierdo, era algo similar salvo que dos arcos tenían también dibujos de globos con muchos colores, no obstante, los dos del medio tenían algo diferente, uno de ellos tenía pintados ramas y hojas a su alrededor y el otro tenía como brillos morados y azul oscuro junto con brillos estelares de color blanco, como si de una galaxia se tratase. El suelo era liso de un color amarillo muy claro y por todos lados habían faroles y bombillas conectadas a unas cuerdas las cuales estaban conectadas a las tres carpas para iluminar cuando fuera de noche. Lucy hecho la vista a un lado y se dio cuenta que no había uno, ni dos...había cientos de seres con capas negras y máscaras de payasos las cuáles eran diferentes unas de otras, había máscaras que en vez de tener el símbolo del mas, tenían una hoja o una pata de perro o un engranaje o una estrella... —Escuchad, esos payasos tienen máscaras muy similares a la careta que llevaba el ser que me dio las entradas, pero no hay ninguna igual a la que llevaba el payaso que yo vi. —No se, supongo que cada uno trabajará en una zona—le dijo Violeta sin mucha importancia—venga vamos a montarnos en la montaña rusa que se ve detrás de uno de los arcos. Estuvieron un rato montándose en las atracciones del lugar, en la montaña rusa,en las sillas voladoras, en los troncos de agua...también jugaron algunos mini juegos que estaban por los alrededores, como el de derribar una torre de latas con pelotas o el de pesca de patitos. —Tenías razón coletas—miró Bella a Lucy—me lo estoy pasando genial con vosotros. —Si, hacía tiempo que no nos lo pasábamos tan bien—añadió Marco—la última vez que lo pasamos así de bien, fueron las navidades del año anterior en las que mi hermano, la hermana de Bella y el padre de Jasón intentaban encender un cohete pero al final lo que salió ardiendo fue el árbol de navidad de los hermanos White—recordó Marco con jovialidad. —¡Ostia, es verdad!—dijo Violeta—se lo tenían bien merecido por imbeciles, eso fue el karma por ser unos bravucones. —Aunque el señor Anderson, mi hermana y Sergio tuvieron qué comprarle otro árbol con los adornos y todo—recordó Bella con algo de disgusto— en serio, ¡¿Quien pone un árbol de navidad en el jardín?! —Tenían un árbol por cada habitación, incluso en los tres baños que tienen—dijo la chica de las coletas— esa gente no sabe que hacer con su dinero. —Gracias Lucy por el dato de vital importancia— le dijo el nerd irónicamente— aunque si tienes razón en eso de que no saben que hacer con su dinero. —Oye Jasón, estas muy callado ¿estás bien?—le preguntó Lucy. —Nada, yo...voy al baño un momento—le respondió el chico. —Voy contigo, ¡espera!—le grito Lucy —No tranquila, estaré bien, solo esperadme aquí—dijo Jasón mientras se dirigía a la parte de atrás del parque, en la cuál, ahí se encontraban los baños.
