Capítulo 3: Sospechas

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8/07/2026. Por la mañana, Lucy fue corriendo a casa de Jasón y le contó todo lo que le pasó la noche anterior, él se espanta y no le ve sentido al asunto.
—¡Así sin más! Lucy, eso no tiene ningún sentido, son demasiado caras, ¿Por que alguien le iba a dar cinco entradas gratis a una niña desconocida? ¿No te parece sospechoso?
—Si pero...¡tenemos las entradas, no importa lo demás, al fin podremos...!
—¡NO LUCY!—Grito Jasón con enfado—¡NO VAYAS LUCY, LO QUE TE PASÓ ANOCHE Y LO DE MI PADRE, esta mal...hay algo...que...están ocultando algo y no es bueno.
—¿Qué tiene que ver tu padre con el circo y con lo que me pasó ayer?
Jasón suspiró, dispuesto a contarlo todo.
—Lucy, lo último que supe de mi padre, fue una carta de él, en la cuál, decía que iría a Divertiland para...para comprarme un juguete de rana la cuál podía saltar tan alto como las de verdad, era exclusiva y yo la quería con todo mi corazón.
—Allí—dijo Jasón—Allí mismo fue la última vez que lo vieron, y el hecho de que te hayan dado las entradas gratis, no me fío Lucy.
Después de hablar, al chico se le empezaron a caer aquellas gotas de agua que salen de los ojos de todo ser humano,las cuáles hacían sentir mal a Lucy y eso la impulsó a abrazarlo.
—Escucha—empezó a hablar Lucy—siento lo de tu padre, pero dudo que los del circo hayan sido los responsables de su desaparición, ese sitio es un lugar para pasarlo bien y se ve que a ellos les gusta mucho su trabajo— dijo Lucy con seguridad— la verdad, desde hace años, cuando supe de la existencia de Divertiland, siempre quise ir con vosotros, es un sueño que he tenido desde hace mucho, ¡Por favor Jasón!—dijo la infante—Llamemos a los demás para ir allí, a pasarlo bien, todos juntos.
Lucy procedió a ponerle las manos sobre los hombros y a mirarle como una dulce gatita que quiere comida.
Jasón al verla, no pudo resistirse a esa mirada tan hermosa (en realidad, para él todas las miradas de Lucy son hermosas).
—Vale...pero, por favor, no te separes de mi cuando lleguemos, no quiero...
—No quieres perderte, tranquilo, siempre estaremos juntos, no te dejaremos sol.
La niña de coletas grandes lo abrazo con fuerza, diciéndole lo bien que se lo iban a pasar allí todos juntos.
A continuación, Lucy bajó las escaleras y le pidió a la madre de Jasón si podía utilizar el teléfono para llamar a sus amigos y contarles todo lo sucedido, la señora accedió y la chica sin pensarlo dos veces fue a llamar a sus amigos uno por uno.
Mientras tanto, arriba se encontraba Jasón, preparándose para ir con Lucy hacía el circo. Antes de bajar, Jasón pensó en lo que le dijo Lucy antes,y él sabia que ella se había equivocado.
<<No Lucy, no tengo miedo de perderme, tengo miedo de perderte a ti también>>

Monstruos detrás del carruselDonde viven las historias. Descúbrelo ahora