Una mañana como cualquier otra en Brisbane, Australia. La familia Heeler se levantó temprano ya que las niñas fueron a la habitación de sus padres para que las llevaran a la escuela.
Bandit despertó algo agitado ya que había tenido un sueño bastante incómodo para comentar, un sueño que había hecho que el amiguito de Bandit saliera a saludar. Cuando notó el escándalo que sus hijas armaron en el pasillo se dió la vuelta para que no notaran nada fuera de lo normal y que fuera difícil de explicarles a las niñas.
-Amor, las niñas ya despertaron.- dijo Chilli.
Bandit solo se quejó, quería volver a dormir.
-Recuerda que la maestra de Bluey te llamó para decirte algo muy importante.- dijo Chilli.
Bandit se levantó mientras se quejaba. Se dirigió a su esposa y le dió un beso mientras que con su mano acarició uno de los glúteos de Chilli.
-Te espero en la noche.- dijo Chilli mientras veía a Bandit con una mirada pícara. -Quiero darle un hermanito a Bingo y Bluey.-
Bandit y Chilli se dirigeron a la cocina para preparar el desayuno de las niñas. Comida sin gluten para Bingo y la comida de siempre para Bluey.
Después de que se despidiera de su esposa y de que sus hijas lo entretuvieran, de nuevo, se subieron a la camioneta y se dirigieron a la escuela de Bingo. Luego de despedirse de Bingo, Bandit y Bluey se dirigieron a la escuela de Calypso.
Al llegar fueron recibidos por la profesora Calypso quien saludó alegremente a Bluey quien fué corriendo a buscar a sus amigas.
Bandit siguió a Calypso hasta la oficina y se sentó frente al escritorio que se encontraba en la habitación, era la primera vez que Bandit entraba ahí, de hecho era la primera vez que alguien que no fuera Calypso entraba ahí.
Bandit estaba sorprendido por la cantidad de cuadros y diplomas que Calypso tenía. Estaba tan embobado con esos detalles que no notó que Calypso cerró la puerta con llave.
-Y bien, para que soy bueno?- preguntó Bandit.
-Para esto.- dijo Calypso en el oído de Bandit.
Calypso tomó a Bandit del hombro y dió vuelta a la silla para que así se pudieran ver. Calypso se acercó a Bandit y antes de que este pudiera decir algo, Calypso había puesto sus labios en los de Bandit, mientras que con una mano agarró el m13mbr0 de Bandit y empezó a frotarlo como si fuera una lámpara mágica.
-Pero qué le pasa?- dijo Bandit confundido. -Tengo esposa y mi hija es su alumna!-
-Oh señor Heeler, estoy mojada- empezó Calypso. -Tengo ganas y usted es el candidato perfecto para apagar el fuego que arde en mi interior.-
El 'amiguito' de Bandit hizo acto de presencia, algo que Calypso notó.
-Oh señor Heeler, parece que alguien se ha portado muy mal.- dijo Calypso con voz seductora.
Bandit cargó a Calypso y la llevó al sillón que tenían a su disposición.
-Si profesora Calypso, he sido un perrito muy travieso.- dijo Bandit.
-Jeje, si, vaya que te has portado muy mal.- respondió Calypso. -Y es hora de tu castigo.-
Calypso recostó a Bandit en el sillón y a continuación empezó a lamer la p0lla de Bandit mientras este lamia la v4g1n4 de Calypso .
Calypso se detuvo un momento para poder soltar un gemido de placer. La lengua de Bandit se sentía tan bien.
Entonces Calypso se levantó y tomó el m13mbr0 de Bandit y lo colocó dentro de su v4g1n4, era mejor de lo que esperaba. Era bastante grande y gruesa, algo que a Calypso le encantó.
-Mmm, ahhh, señor Heeler, no se detenga!- dijo Calypso.
Bandit continuó embistiendo a Calypso escuchando como esta gemía de placer, pero a la vez preocupado por que no quería que los alumnos de Calypso escucharan lo que estaba pasando.
-Oh, ya casi!- dijo Bandit. -Voy a explotar!-
Calypso rápidamente volteó y se arrodilló frente al m13mbr0 de Bandit del cual salió disparado una gran cantidad de s3m3n que salpicó la cara de Calypso que tenía la boca abierta con la lengua de fuera.
Calypso se limpió la cara con las manos, luego procedió a lamer sus dedos mientras miraba a Bandit con exitacion.
-Mmm, eso se sintió taaaan bien, hace mucho tiempo que rogaba por sentir un buen trozo dentro de mi!- dijo Calypso entre gemidos de placer.
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Bandit salió de la oficina de Calypso sintiéndose agotado, Calypso lo había dejado seco.
Bandit volteó a ver a Calypso una vez más pero esta había desaparecido, alguien la necesitaba en otro lado.
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Bandit regresó por fin a casa, subió las escaleras y se dirigió al baño para darse un baño y descansar un poco.
