Capítulo 22

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No quedaba mucho tiempo, el dolor estaba empezando a notarse sutilmente y no lograba encontrarlas por ningún lugar

Todos los pisos por los que pasaba estaban vacíos, no había ni un solo rastro de ambas
Llegando al noveno piso una de las habitaciones se veía bastante diferente

Trate de averiguar si estaban dentro pero en ese momento sentí los pasos de alguien detrás mío

No te muevas! —

Con toda la paciencia que me quedaba tome del cuello a ese idiota y lo lance dentro de la sala sin cuidado
Mientras avanzaba lentamente entre las sombras y el polvo sacudí con cuidado mí ropa sin dejar de ver fijamente a los ojos a Marcos

Carmen!? — M

Perdón la demora, había mucho tráfico — C

Que estas- agh! — Anto

Shh! Ya no hables, vas a dañarte la garganta — M

Veo que te las arreglaste para venir a molestarme, pero es demasiado tarde, tu compañera ya cerró el trato conmigo — Ma

De que trato habla? — C

Uno en el que me venda todos los derechos de la agencia y yo asuma el poder y control absoluto sobre todos ustedes — Ma

Mónica dime qué es una mentira para que ya pueda matarlo — C

No lo es, si venderle todo va a lograr que dejen de hacer este tipo de cosas lo tomo, su seguridad es mí prioridad — M

Y tu crees que encerio que fue la mejor idea? Va a matarnos a todos pero antes de eso va a agarrar a cada una de las chicas y las va a violar a su antojo, esa es tu seguridad!? — C

Javier fue muy cruel contigo pero descuida, tus amiguitas estarán en buenas manos — Ma

Te parece que puedo hacer más!? Todo esto no habría pasado jamás si no insistias en arruinarnos la vida con tus ataques de superioridad
No eres una heroína, ni una buena compañera! No eres nada más que una molestia para nosotros — M

Mónica! — Anto

Cállate! Es cierto, todo lo tenía bajo mí control y nadie salía lastimado, hasta que llegaste tu! — M

Que seas una pésima líder no es mí culpa, lo último que haces con esto es mantenerlos a salvo — C

Vaya... ustedes encerio se odian, no esperaba eso de ti Moni
Cómo sea, el pacto está cerrado y no hay forma de cambiarlo, por cierto Carmen — Ma

AHHG! Ahh! — C

Eso es por el chico que lanzaste dentro de la sala
Pero ve el lado positivo, una bala duele menos que una cojida JAJA — Ma

HIJO DE PUTA! — C

Matenla — Ma

Justo cuando creí que podría contra el, sus guardias me roderon con sus armas
El dolor de la bala en mí brazo no me permitía sacar mí propia arma y defenderme

Levanté ambas manos con la cabeza baja y entonces una de ellos se acercó para cubrirme la cara con una bolsa

Escuché un par de disparos más y entonces me quitaron la bolsa de la cabeza

Estás bien Carmen? — L

Pero que? En qué momento — C

No dijiste que hiciéramos esto, de que te sorprendes? — An

¡Secuestrada 2! "El rescate" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora