Chapter one

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Hace 2 años me mudé a Los Ángeles California, una de las ciudades más grandes de Estados Unidos, habitada por gente un poco o muy arrogante, edificios gigantes y lujosos están por casi toda esta ciudad, atracciones preciosas las cuales te quedas embobado admirando.

Lugar donde puedes cumplir cada uno de tus sueños sin requerir tanto esfuerzo, "el lugar de las oportunidades", donde la gente te apoyaba en lo que hacías y no te juzgaba...o al menos eso creía yo.

No puedo decir que es realmente malo vivir aquí, pero no es como lo pintan, es muy difícil encontrar a gente amable, sin contar que durante los dos años que e vivido aquí me la e pasado buscando algún trabajo donde pueda poner en práctica lo que más me gusta hacer, diseñar, coser, hacer vestuarios para gente importante o incluso no importante.

Pero simplemente eh recibido rechazos por parte de las personas y sus negocios, diciendo que una mocosa como yo no llegaría a los niveles de ellos, ni mucho menos tendría la capacidad para hacer conjuntos elegantes como los que hacían en esos lugares.

Claro que no era la mejor diseñando, pero sabía que si podía llegar a esa "capacidad" que pedían, ya eh diseñado antes, para mis vecinos, amigos, incluso para mi. No será algo que no haya hecho antes, aparte que la práctica hace al maestro ¿no?.

100 veces me rechazaron 100 veces volví a intentar, pero no tenía respuesta positiva alguna.

Mi abuela decía "el que persevera alcanza" y siempre me guíe por ese dicho, pero supongo que estoy muy baja para alcanzar mi sueño, y no hablo precisamente de mi estatura...

Por ahora, me encontraba en casa, haciendo unos volantes en mi computadora, después de tantos rechazos supuse que era mejor idea empezar mi propio negocio.

Tengo 19 años, y desde los 17 fui muy independiente, por lo que me salí de casa, para ayudar a mis padres, y me vine a vivir aquí, suena fácil pero no lo es, trabajar y estudiar al mismo tiempo es algo cansado. Sin contar que ahora estaré comenzando un nuevo proyecto, el cual deseaba que si funcionara.

(...)

Revise la hora en mi celular, y me di cuenta de lo tarde que era, ni siquiera había comido por estar diseñando los volantes. Me dolía la espalda y cuello al estar sentada por horas en esa silla, los ojos me ardían y eso que tenía lentes puestos, los dedos los tenia entumidos, y podía sentir un pequeño calambre en mi pie izquierdo.

Me levante de la silla quejándome una y otra vez de los dolores que había mencionado antes, dirigiéndome a la cocina por algo de comer, tome algo de espagueti que había hecho en la mañana y lo calenté.

Una vez listo todo, puse mi plato en la mesa junto con un vaso de jugo de arándano, me di cuenta que hacía falta mi tenedor así que me regrese a la cocina en busca de uno. En eso mi celular sonó, deje el tenedor en la mesa y me dirigí hacia el y conteste.

-Sofía🧡-

-Hola?-

-Hola mari-

-Sofi!-

-¿Que haces?-

-Nada, estaba apunto de comer, tú?-

-Esta bien, te marcaba por qué vi tu mensaje, sobre los volantes-

-Oh eso, si ya los hice, mañana iré a imprimirlos temprano, ya que no trabajo-

𝐋𝐨𝐬𝐭 𝐢𝐧 𝐲𝐨𝐮 / Bill kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora