𝐋𝐨𝐬𝐭 𝐢𝐧 𝐲𝐨𝐮 / Bill kaulitz

¿Epílogo?

El amor, muchas veces puede resultar un fracaso, puede resultar ser lo peor que a muchas personas les pueda pasar. Pero por suerte en mi caso, es todo lo contrario...

Hoy, hace un año logré casarme con el amor de mi vida, con el hombre más importante para mi, pero también con quien menos pensé que me casaría...hoy hace un año tuve uno de los mejores días de mi vida, y aunque a su lado todos los días son maravillosos, ninguno será comparado a ese, donde por fin un lazo más fuerte, nos unió.

Narrador omnisciente

"Niños, ya les he dicho que no corran en el estudio" hablo la rizada, mientras iba tras los dos pequeños traviesos, que corrían por el pasillo y al rededor de las computadoras. "Caleb y Noah, si tiran algo, su padre se molestara mucho" hablo la chica, algo frustrada, alcanzar a ambos pequeños que tenían el triple de energía resultaba un tarea muy difícil.

Marizza, cansada de perseguirlos se dio por vencida, cuando escuchó cómo la puerta del estudio era abierta, no solo ella se dio cuenta, también Caleb y Noah, quienes corrieron a tomar asiento, simulando haber estado ahí toda la mañana.

"Hola!" Hablo con entusiasmo aquel hombre de cabello corto, mientras caminaba hacia donde los niños y la chica estaban.

"Papá!" Gritaron ambos y saltaron de sus asientos para ir a abrazarlo.

"¿Me extrañaron?" Preguntó el hombre mientras correspondía aquel abrazo.

"Si!" Respondió caleb.

"Estar aquí es muy aburrido, papá" hablo Noah.

"Se que les puede resultar difícil estar aquí y mantenerse quietos, pero no se donde más dejarlos...la tía Marizza es la única que me hace el favor de quedarse con ustedes" hablo Georg, mientras caminaba hacia donde la mencionada estaba.

"Así es pequeños, nadie los soportaría tanto como yo" hablo Marizza mientras se cruzaba de brazos.

"¿Cómo va todo mari?" Pregunto Georg mientras le daba la mano como saludo.

"Bien, todo bien" respondió la chica mientras correspondía este.

"Me alegro mucho...Bill llega hoy ¿cierto?" Preguntó Georg mientras tomaba las mochilas de sus hijos.

"Si, dijo que me hablaría cuando llegara al aeropuerto" respondió la chica.

"Nos comentó algo parecido, muchas felicidades por su primer año de casados" sonrió, y de inmediato su sonrisa fue correspondida por parte de la rizada, como muestra agradecimiento. "Gracias por cuidar a los niños, espero pronto conseguir una niñera y así no estarte molestando tanto" hablo el hombre algo apenado, sabia que sus hijos no eran exactamente "tranquilos"

"Esta bien, sabes cuanto quiero a esos dos demonios" hablo Marizza mientras le mostraba una media sonrisa.

"Y esos dos demonios te adoran a ti" hablo Georg, sabiendo que el cariño incondicional que esos dos pequeños le brindaban a la de rizos. "Es hora de irnos, despídanse de la tía Marizza" hablo el hombre de cabello corto.

Ambos niños se acercaron a la chica quien se hincó para poder estar a la altura de ellos y así abrazarlos. Después de unos minutos, los tres salieron por la puerta del estudio, dejando a la chica sola, comenzó a acomodar cada cosa que estaba fuera de su lugar, y asegurarse de que no haya nada roto.