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Cuando nació el cuarto hijo de Daniel y Jay, fue uno de los peores días de Jay ya que casi pierde a su pareja y cachorro.
Su hijo permaneció en la UCIN por casi dos meses enteros debido a problemas respiratorios y cardíacos mientras que su Omega estaba en estado critico en la UCI y permaneció en coma por casi 4 meses.
Jay nunca en su vida se sintió tan desorientado y perdido.
Pero afortunadamente su infierno termino con un final feliz.
Pero aquello tuvo consecuencias.
Jay no volvió a dejar embarazado a Daniel por miedo a que su próximo embarazo pudiera matarlo.
