Skaterboy / Minsung

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La velocidad en la que Jisung patinó a casa hizo que le escocieran los ojos. Era lo suficientemente tarde como para que solo unos pocos autos le tocaran la bocina cuando viajaba por la carretera principal y no por la acera, serpenteando de un lado a otro en su tabla bajo un cielo apocalíptico sin estrellas y las palmeras que temblaban y susurraban con la brisa. .

Sus fosas nasales eran sal del océano y feos rastros de azufre. El borrón en sus ojos secos hizo que toda la periferia de ese maldito jodido naranja tuviera el mismo tono de bourbon que a su padre le gusta beber debido a las farolas cada treinta metros. Sus manos aún hormigueaban, de la misma manera que lo hicieron cuando las pasó amorosamente sobre la cinta de agarre de su tabla, lijas y ásperas incluso cuando apartaste los dedos y sentiste el fantasma allí. Sus uñas tienen esos pequeños puntos irregulares molestos de donde se las pellizcó; tal vez una nueva capa de rotulador negro ayude a evitar ese impulso.

Toma aire, sintiendo el viento sulfúrico bajar por su garganta. El sabor a uva de ese dulce ya se ha ido por completo, dejando solo ese regusto amargo de preguntas.

Algo defensivo le da una patada en el pecho: odia las preguntas. Por qué , cómo y cuándo fueron engañosamente desafiantes. Incluso contemplar por qué odia el 'por qué' es una molestia, por lo que responde igual que siempre; un encogimiento de hombros metafórico, un bostezo aburrido y un sonido de mantra de '¿a quién le importa una mierda?' en su cabeza.

Además, si está patinando lo suficientemente lento como para que su mente lo moleste, claramente tiene que acelerar.

Patea el asfalto lo suficientemente fuerte como para que la suave brisa se sienta como un látigo tibio, y la longitud de su cabello se clava en sus ojos y los hace llorar un poco. Bien. Bien. Empuja de nuevo y simplemente se pone al ritmo de eso, incluso se quita el sombrero para inclinar la cabeza hacia atrás para mirar al cielo con los párpados pesados ​​una vez que está más cerca de su casa y los caminos se vuelven realmente vacíos. Sin embargo, no puede cerrar los ojos por completo, porque está bastante seguro de que solo verá una cosa (persona) allí una vez que lo haga.

Jisung no estaba tratando de calcular su velocidad, pero algo en él jura que llegó a casa en un tiempo récord.

•

"Estoy tan enojado contigo".

Wow, Jisung apenas dio un paso por la puerta principal. ¡ El típico ding-dong de la tienda! El timbre de arriba ni siquiera ha dejado de sonar todavía, pero el bramido de la voz de Hyunjin logra sonar más fuerte. ¿Cómo supo que era Jisung quien entró?

“Es demasiado pronto para esto”, bosteza Jisung, limpiándose el sueño de una cuenca del ojo con el dorso de su puño.

“Son las cuatro de la tarde”, resopla Hyunjin.

"Nah, como", Jisung no quiere alzar la voz sobre el Sublime que suena en toda la tienda de patinetas, por lo que pasa junto a la exhibición de tablas en la pared y estantes de zapatos para acercarse a la pequeña posición de Hyunjin detrás del mostrador, un patineta desmontada delante de él entre una horda de materiales de arte. “La última vez que hablamos fue anoche, así que no hay forma de que te haya cabreado de vez en cuando. Espera" Chasquea el dedo "¿encontraste el chicle que puse debajo de tu escritorio?"

Hyunjin levanta la vista de la cubierta con un breve destello de horror antes de que toda esa conmoción con los ojos abiertos se arrugue en una mirada particularmente mordaz. "No."

“Oh”, Jisung reprime una sonrisa chupándose el labio inferior. “Genial, porque no está ahí. Lo juro. Por favor, no te deshagas del descuento de mejor amigo”.

Hyunjin exhala a través de las mejillas hinchadas, sacudiendo la cabeza para volver a su trabajo. "Todavía voy a considerarlo, aunque sólo sea para fastidiarte. También porque me da la gana. También porque estoy enojado por otra cosa de todos modos."