O7. SOULMATES

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SOULMATES |

»—¡Henry! —grito alguien a lo lejos

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»—¡Henry! —grito alguien a lo lejos.

El castaño volteo hacia donde escuchó su nombre ser gritado, para encontrarse con su mejor amiga llegando corriendo.

—Llegas tarde, Cooper —Reprendió su profesora.

La pelinegra realizó una mueca en protesta por lo que dijo su maestra, causando la risa de una de sus compañeras.

—He notado que tienes una relación basada en el amor mutuo con la profesora Mckenzie —Menciono con sarcasmo una morena—. Iris West.

La chica les había extendido ambas manos, por lo que Barry y Ayra la apretaron en señal de saludo.

—Ayra Cooper.

—Barry Allen.

Y a pesar de que aquella chica se había acercado a la pelinegra, su total atención la tenía el castaño, quien parecía muy interesado en su celular.

—¿No es emocionante? ¡Iremos a Starling City! —Chillo emocionada Iris.

En ese momento fue que Barry finalmente le prestó atención a la nueva integrante.

—Sí, ciertamente lo es. Sobre todo teniendo en cuenta que iremos a ver una de las empresas más importantes del mundo —esta vez el emocionado fue el castaño.

—Queen Consolidated —Exclamaron emocionados ambos amigos.

Iris los veía extrañada ante su comportamiento, ¿qué podría tener de divertido visitar una empresa?

—¿Ustedes trabajarán allí o que es lo que tiene de divertido? —Pregunto confundida.

—No es el lugar, son las personas —Exclamo aún emociona Ayra—. ¿Y si nos topamos con los lindos hermanos Queen?

Iris no supo descifrar la mirada de ensoñación que tenía Ayra al mencionar a los Queen, mucho menos la cara de embobación que el castaño había puesto.«

Barry despertó agitado, sentándose inmediatamente en la cama.

¿Qué demonios había sido eso?

Al analizar el interior de su habitación, se dio cuenta de que su rubia acompañante no se encontraba en la cama junto a él. Confundido decidió buscarla por su hogar, hasta encontrarla en la sala mientras miraba televisión.

—Hola Maddy —Saludo con una gran sonrisa.

La rubia volteo a ver a su novio, poniendo enseguida una cariñosa sonrisa.

—Hola, cariño —Regreso el saludo mientras se acercaba a darle un beso—. El desayuno está listo, ¿gustas?

Barry asintió y juntos se dirigieron a la cocina. La rubia se dedicó a servir en dos platos el desayuno a la par que el castaño se encargaba de poner la mesa para su desayuno y una conversación entre ambos se desarrollaba a la vez.

𝐅𝐋𝐀𝐒𝐇𝐏𝐎𝐈𝐍𝐓 | 𝐁𝐀𝐑𝐑𝐘 𝐀𝐋𝐋𝐄𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora