«¿Dónde demonios estoy? ¿Por qué de todas las personas me tenía que pasar justamente a mí?»
Quería visualizar su alrededor, pero eso es imposible cuando sus ojos se encontraban cubiertos por una tela gruesa sobre sus párpados, impidiéndole observar su alrededor. No obstante, no era lo único que le han hecho, ya que estaba sentada en una silla con sus brazos detrás de su espalda, sus pies y muñecas yacen atadas con unas sogas, además de las esposas, parecía que el secuestrador no era tan idiota debido a que a la adolescente tenía más inteligencia de lo que cualquier persona podría pensar con verla y analizarla unos breves minutos. Quizá por la razón de que se veía como una niña mimada, siempre teniendo lo que ella quería, siendo la popular de su universidad y las redes sociales, obteniendo esas actitudes de niña riquísima, lo que la mayoría de las personas de su edad odiaban.
Ella echó un suspiro frustrado, agachando su cabeza, resignándose en hacer algún movimiento para zafarse de esos objetos que le están negando la salida. Hasta que unos sonidos se pueden escuchar en el corredor de la habitación en donde se hallaba, intentó mantener la calma y solamente concentrarse en las voces de quien sea que esté por allí, aunque en esa situación lo menos que querría alguien hacer es prestar atención a su alrededor. Solo buscar la manera de escapar, pero a la adolescente de ojos marrones le dieron clases de todo tipo de defensa o cuidados, capaz por la familia de la cual es parte, en una de esas citas le dijeron que, probablemente, en algún tiempo pueda suceder una estafa, un rapto u otra situación similar y que ellas cómo princesas tenían que tratar de abandonar todo temor, únicamente concentrarse en la manera de poder salir de allí.
Entonces, la puerta se abre.
Pasó saliva con terror, sentía que tenía la boca seca. Estaba segura de que no transcurrió muchos minutos desde que la durmieron y la trajeron a este sitio, pero parecía como si fuesen semanas. La entrada se vuelve a cerrar, el sonido de unos objetos en la mesa que yace a la derecha de la mujer se hacen oír rápidamente, eso hace que se mueva por instinto, miedo a que le suceda algo más peligroso. Dicha persona toma la decisión de encaminarse al frente, arrastrando una silla de madera a tomar asiento, mirando la escena que está delante de sus luceros oscuros, pensando si es una buena idea sacarle la tela de los ojos y hacer que ella lo vea por primera vez. Expulsó un largo suspiro en el medio de la pelea interna.
—¿Qu-qué quieres de mí...?—Mintara preguntó luego de sentir que el ambiente se volvió tenso.—Al menos, respóndeme.
—Tú sabes lo que quiero.
Oír esa voz ocasionó un retumbar en sus recuerdos. Conocía ese sonido, esa melodía se la sabía, de alguna parte al menos lo tenía, el problema es que no podía reconocerlo si no lo veía directo a los ojos. Necesitaba saber de quién se trataba, sencillamente que no sería algo sencillo de obtener en estos instantes, porque el secuestrador quería que las cosas se vayan haciendo de a poco, que las cosas sean lentas, debido a que urgía que los padres de esa princesa entiendan que esto iba demasiado en serio.
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Fotos en octubre (+21) ; k. seungmin
FanfictionEn el corazón de Tailandia, la princesa ha desaparecido misteriosamente, sumiendo al país en un estado de desesperación y caos. Kim Seungmin, un individuo enigmático con supuesto conocimiento del paradero de la princesa, emerge de las sombras. Pero...