EL BRAZO Y EL MOLINO

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Un joven londinense llamado Samuel Wood, vivió un evento traumático y peculiar el 15 de agosto de 1737. Un día caminaba tranquilamente sin darse cuenta que llevaba una soga colgando. Pasó junto un molino y al estar cerca de una de las grandes ruedas de madera, la cuerda quedó atrapada en uno de los engranajes, lo que lo elevó por los aires y lo estrelló contra el suelo bruscamente. Se levantó desorientado y cuando se percató de que estaba sangrando se dio cuenta de que le faltaba un brazo, vio hacia arriba y vio su brazo colgando del molino.

El chico acudió inmediatamente al hospital en donde los médicos se dieron cuenta con mucha sorpresa que el brazo del hombre había sido cortado tan limpiamente que no corría ningún peligro, ni siquiera de desangramiento. Luego de ese evento, se convirtió en un hombre famoso e incluso su brazo se reservó en alcohol para que médicos de todo el mundo pudiesen verlo. 

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