Esta historia es como una mejora de mi primera historia, está mejor diseñada y con mejores argumentos espero que les guste esta nueva versión y si quieren que implemente algo nuevo porfavor comentenlo
🤍🤍🤍🤍🤍Sin nada más que añadir empecemos. 🤍🤍🤍🤍🤍
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La noche cayó, ambos hermanos entraron nuevamente a casa después de haber orado por sus amados padres, habían dedicado todo el día al entierro de sus padres, que no habían comido en todo ese maldito día. El primero en bañarse fue Yuichirou, en cuanto salió empezó a preparar la cena, algo de rábano blanco hervido con sopa de arroz, el platillo favorito de ellos.
Cuando Muichirou termino de bañarse, a diferencia de su hermano peinó su cabello, si no este se enredaría y terminaría cual cadillo.
---Yuichirou: La cena está servida – Escucho el desanimado llamado de su hermano, había tardado mucho en la ducha, ya que se la había pasado llorando, y cepillar y desenredar su cabello tardaba. En cuanto vio a su hermano intento no reír, su cabello estaba muy enredado y encrespado, ya se había secado.
---Muichirou: Nii-san... tu cabello --- dijo señalando la cabeza de su gemelo
---Yuichirou: No me he peinado para hacer la cena a tiempo --- Respondió
---Muichirou: Déjame ayudarte un poco – fue por un cepillo se colocó detrás de su hermano y empezó desenredando las puntas hasta las raíces, después de varios minutos ya estaba listo
– Listo
---Yuichirou: Arigato
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---Muichirou: De nada – Le regalo una pequeña sonrisa a su hermano, después agradecieron por la comida y empezaron a comer
La hora de dormir llegó, Yuichirou ya se había dormido, o eso creía Muichirou. El menor de los gemelos no podía dormir, se sentía tan solo y miserable, cada vez que cerraba los ojos se le venia a la cabeza la muerte de sus padres, hacía un intento por no llorar, pero le era en vano. Miró a su hermano, este lucía tan tranquilo y pacífico, usualmente él lo regañaba por querer dormir juntos, pero pensó que al estar dormido este no se daría cuenta de su presencia. Se levantó y gateando se acercó al futón de su hermano, y recostó en la orilla de este. Calló algunos sollozos y se secó sus lágrimas, no quería molestar a su hermano y mucho menos despertarlo. De repente, sintió como su hermano de daba la vuelta en el futón, antes de que el volteara para verlo, sintió como era abrazado por la espalda.
